La segunda fase de los trabajos dará por concluida la intervención
15 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Un equipo multidisciplinar de arqueólogos, restauradores y arquitectos está trabajando desde hace unos días en el Castelo da Lúa de Rianxo, para dar continuidad a la intervención iniciada el año pasado y así consolidar y restaurar los restos que se conservan de la fortaleza medieval. Esta nueva excavación ofrecerá una mirada distinta del yacimiento, ya que dejará al descubierto toda la planta y algunas estructuras que hasta ahora no podían distinguirse.
Mario César Vila, director del proyecto, explicaba que los trabajos que arrancaron esta semana se centrarán en la parte norte del conjunto, consolidando el perímetro de la muralla, el patio norte, la poterna -la puerta secundaria del castillo que daría acceso al muelle- y las edificaciones auxiliares. Estas últimas, por ejemplo, podrán verse una vez finalice la actuación, y además van a pavimentarse los espacios interiores con un material similar al original, de manera que se distingan de los exteriores.
En cuanto a la poterna, estaba protegida por un baluarte del que no se conservaba prácticamente nada y lo que se pretende ahora es darle volumen haciendo una pequeña reconstrucción, de forma que se facilitará al visitante la interpretación del yacimiento rianxeiro.
Reconstrucción inviable
En este sentido, Vila aclaró que no se va a reconstruir el Castelo da Lúa por completo, algo inviable por la falta de recursos y de información para reproducir determinados elementos constructivos, pero eso no resta importancia a la intervención que se está realizando: «O interesante é que imos ter toda a planta do castelo en superficie, e a xente que camiñe pola pasarela de madeira do paseo marítimo vai poder identificar todas as estruturas».
Una vez finalicen los trabajos de esta segunda fase, con la que se darán por concluidas las intervenciones, se pretende instalar nuevos paneles con información relativa al castillo. No en vano, uno de los objetivos del proyecto, además de preservar los restos de la fortaleza, es contribuir a su divulgación, de manera que los trabajos tengan también cierta repercusión social: «É un recurso que ten moito potencial, pola súa localización recibe moitos visitantes e forma parte da memoria colectiva de Rianxo. Nese sentido, o castelo está vivo».