Humedad y frío mientras se aguarda para ser consultado

RIANXO

Pacientes y personal sanitario conviven desde hace años con goteras, falta de agua caliente y otras deficiencias

12 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El centro de salud de Taragoña hace aguas, literalmente. Nada más abrir la puerta, un olor agrio, a humedad, anticipa lo que viene a continuación. Pacientes y personal sanitario convive desde hace años con goteras, humedades, cortes de luz habituales y toda una serie de carencias impropias en unas instalaciones sanitarias. 

«Llevo aquí tres años y esto lleva así desde que entré», señala el único médico del centro, Pedro Puente Fernández. Explica que presentó, «sin resultado alguno», reclamaciones al Sergas y al Concello de Rianxo, a quien corresponde hoy la titularidad.

Uno de los principales problemas con los que se encuentra en su ejercicio diario es que no hay agua caliente. Esto obliga a que los propios pacientes tengan que llevar de sus casas un termo de agua caliente para lavarles los oídos. Tampoco cuentan con una sala de urgencias, que son atendidas en «un cuartucho que es el almacén, tapados por un biombo para no interferir con el trabajo de la enfermera», indica el doctor.

La bóveda acristalada que cruza de lado a lado el edificio no solo se ve ennegrecida, sino que las filtraciones son continuas. Los días de lluvia se forma un charco a la puerta de la consulta y las humedades se extienden por prácticamente todas las salas del inmueble, con el consiguiente problema que supone para su personal y usuarios. Puente cogió en los últimos años «de 8 a 15 bajas por bronquitis y temas respiratorios por las humedades», dice.

Pero la lista de deficiencias continúa. El diferencial de la luz salta con frecuencia y no es la primera vez que esto obliga a pasar consulta en Rianxo. No hay calefacción y los funcionarios han comprado sus propios radiadores. A todo ello se une la falta de personal administrativo y la alta carga de trabajo. En Taragoña se atienden unos 40 pacientes al día y «el número de gente mayor es el triple que en cualquier otro centro», destaca el doctor.

A pesar de todo, en la sala de espera se convive con cierta resignación con esta situación. «Non son as mellores condicións, pero a nós non nos interesa que cerren isto», señalan.

El deterioro de las instalaciones se debe, en buena medida, al enquistado traspaso de la titularidad del centro de salud al Sergas. La tramitación del mismo está lista, a la espera de que la asociación que cedió los terrenos para que el Concello levantara estas instalaciones certifique que este cumplió su compromiso y efectivamente existe el centro de salud, explica el regidor.

Adolfo Muíños entiende que no corresponde a la Administración local asumir la obra que allí hace falta, aunque sí se harán cargo de las reparaciones urgentes. El termo se arreglará de forma inmediata, dice el alcalde, quien estima que en el plazo de un mes estará solventado el problema de goteras y en la zona exterior.