Operarios derribaron la pared que quedaba en pie por el riesgo que entrañaba
11 oct 2024 . Actualizado a las 14:39 h.Después de tres días sin clase, está previsto que los estudiantes del IES Porto do Son regresen el lunes a las aulas. Para ello, durante las dos últimas jornadas se apuraron los trabajos de desescombro, que incluyeron la demolición de la última pared que quedó en pie en el polideportivo tras el paso de la borrasca Kirk. El pabellón se encuentra por lo tanto inoperativo y todo indica que su reconstrucción tardará en ejecutarse.
Prescindir de este recinto supone un problema importante para el instituto, en el que se imparte un ciclo de formación profesional de actividades en el medio natural. De hecho, en el polideportivo estaba instalado el rocódromo, considerado imprescindible para cubrir el contenido de las diferentes materias de este grado. El instituto tratará de afrontar esta carencia con desplazamientos a otros centros que disponen de esta instalación.
Para las clases rutinarias de educación física está previsto utilizar el gimnasio que se encuentra en el edificio del instituto e incluso habilitar el salón de actos, que se empleará sobre todo los días de lluvia. La dirección considera improbable que el polideportivo vuelva a estar operativo este curso, mientras que la Consellería de Educación no ha querido hablar de plazos, argumentando que su prioridad en estos momentos es el desescombro de la zona afectada para que puedan retomarse las clases.
La caída de las paredes del pabellón provocó que se formara una montaña de bloques justo en el acceso al instituto. En este sentido, desde la dirección del centro sonense exigieron a la Consellería de Educación unas pautas de actuación claras en los casos de alerta meteorológica: «Non se pode deixar a decisión de suspender ou nos as clases a criterio das direccións dos centros. Non é xusto».
Habilitación de cinco aulas temporales en el colegio de Outes
Operarios municipales y profesores se afanaron durante estos días en habilitar cinco aulas temporales en el colegio de Outes, después de que el Kirk inundara la planta baja del centro y obligara a desmontar las estancias destinadas a los alumnos de educación infantil. Está previsto que las clases se reanuden el lunes.
Aunque todavía no se ha hecho un cálculo de los daños, se estima que serán cuantiosos. «Houbo que levantar o chan, que era de tarima, e retirar as mamparas que dividían as aulas. Tamén hai mobiliario danado», explicaron desde la dirección del colegio. Los alumnos de infantil serán trasladados a aulas situadas en la primera planta.