Un mercado celta en expansión

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

El Concello de Porto do Son afirma que hay margen para que la feria crezca

01 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Porto do Son regresa al presente después de un fin de semana en el que la localidad viajó al pasado de la mano de la Feira Celta más concurrida. Lo fue tanto en número de puestos, que sobrepasaron el centenar, como en afluencia de público, que después de las jornadas de playa abarrotaba el casco urbano y los numerosos establecimientos de comida. Más de media docena de calles se transformaron para albergar la diversidad de expositores y toda la localidad, con decoración acorde, era un trasiego de personas ataviadas para dar mayor realismo a la inmersión al pasado.

Era en Camiño Novo, plaza de España y Trincherpe donde el mercado celta tenía buena parte de su epicentro neurálgico, pero el concejal de Turismo, Manuel Deán, aseguraba ayer que hay margen para que la feria continúe creciendo: «Podemos habilitar algunha rúa máis».

Pensando ya en la próxima edición, Deán manifestaba que se intentará lograr mayor implicación por parte de negocios locales en lo relativo a la decoración.

Se mantendrá la apuesta por un espectáculo diario de gran formato dado el éxito y la capacidad de atraer al público y se continuarán potenciando las actividades participativas.

Retorno económico

Aseguraba el concejal que la Feira Celta tiene un importante retorno económico: «Os establecementos tiñan un elevado volume de clientes e iso resulta satisfactorio para todos».

No cabe duda de que la feria está más que consolidada y Manuel Deán recalcó que hay participantes que acuden a ella prácticamente desde el principio.

Entre los atractivos de esta edición figura la existencia de un campamento celta, la realización de talleres como los de cuero, herrería, forja, coronas de flores, piedra, lanas o madera, así como la existencia de un espacio infantil.

En la jornada de ayer, la animación callejera regresó con el sonido de los tambores, los pasacalles y la animación musical o la presencia de todo tipo de personajes fantásticos que atraían las miradas de niños y adultos. Un mercado repleto de actividades y sorpresas.