Compromiso y dedicación
Adriana González tiene 20 años y se encuentra inmersa en un curso de carrocería. En sus ratos libres colabora con la asociación. Una relación que se extiende desde hace cinco años, cuando la estudiante sonense era adolescente. «Intento ir por las tardes o si hay alguna urgencia, salir con ellos», apunta.
Para involucrarse en la agrupación se requiere, ante todo, compromiso y dedicación. «Hay días que nos levantamos a las cinco de la mañana», reconoce Joshua. A su llegada, siempre se encuentran con José Francisco Pouso ya preparado. «Hay que dar ejemplo, si sudas la gota gorda y te ve el de al lado, funciona», dice el jefe de esta entidad. Así ha actuado con varias personas obligadas a participar por trabajos a la comunidad. «Algunos llegaban tarde, no entraban a su hora. Entonces les ponía a hacer acciones más físicas, como trabajar con la pala». Una tarea laboriosa en la que el propio José Francisco ejerce como líder y acompaña al equipo. «Traigo aquí unos valores, todo lo que aprendí en el ejercito lo aplico aquí», reconoce, orgulloso, un José Francisco que también hace «de psicólogo». «Es importante escuchar a una persona que viene a hacer trabajos a la comunidad, muchas veces han llegado a esa situación por factores externos».