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Con la publicación, ayer, en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Ministerio de Agricultura y Pesca dio el pistoletazo de salida oficial a la costera de la anchoa (también bocarte, bocareu o boquerón) en el Cantábrico. Oficial, porque la señal de inicio se ha dado «en diferido» y cubre las capturas de bocarte que se han hecho desde el 1 de marzo, fecha en la que arrancó realmente la campaña. Ese día, en Santoña se subastaron el lunes unos 107.400 kilos de bocareu a una media de 1,5 euros el kilo.
Ya lo había avanzado el cerco gallego que se estaba preparando para desplazarse hasta el País Vasco y tomar parte en esta pesquería: que había diferencias en cuanto los cupos. Y así lo hace constar la resolución de Pesca, que especifica que, a diferencia de otros años, no ha recibido ninguna «propuesta conjunta inicial por parte del sector pesquero de cerco del Cantábrico y Noroeste mediante Opescantábrico». No obstante, la Administración considera que sigue siendo necesario introducir reglas en esta pesquería. Y así ha hecho. Eso sí, inclinándose a la opinión de las federaciones del este. De aquí a junio, los cerqueros podrán capturar 10.000 kilos por buque y día si tienen más de 120 GT (toneladas de arqueo) o tengan enrolados a 12 o más tripulantes. Por debajo de esos requisitos, el cupo diario por barco será de 8.000. Los gallegos pedían que esos 8.000 fuesen el tope diario para los pesqueros de mayor porte y rebajar a 6.000 las de los pequeños, porque, apuntan, al principio de la campaña el tamaño es menor y se paga peor. Pero el ministerio optó finalmente por atender las pretensiones de cántabros y vascos.