Fuentes de Barbanza de las que mana historia

Ana Lorenzo Fernández
ANA LORENZO RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

Por las propiedades de sus aguas, por su ubicación o por su estilo arquitectónico, la comarca atesora un gran número de manantiales que se han convertido en parte del patrimonio cultural

06 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque su función principal fue siempre abastecer de agua a la población, muchas fuentes de la comarca se han convertido en verdaderos símbolos de la historia de Barbanza. Durante décadas eran puntos de encuentro obligado, lugares de culto, e incluso motivo de polémica por su traslado de un lugar a otro o por su singular arquitectura, pero hoy son un patrimonio que hay que mantener.

A Pobra atesora un buen número de manantiales, el más antiguo data del siglo XV -fue reconstruido en el 1777- y está ubicado en la finca del antiguo convento de San Antonio. En la calle Castelo se puede encontrar una fuente que se trasladó desde el alto de Cabío en el XVIII, que llegó a ser de ladrillo y cemento antes de recuperar su aspecto pétreo, y que durante años servía para que bebieran los viajeros que cruzaban el Camiño Real. El pazo do Couto esconde un preciosa fuente barroca, aunque las más conocidas y visitadas en el municipio, según explica Antonio González Millán, director del Museo Valle-Inclán, es la de os Cuatro Canos, que debido a su abundante caudal abastecía a todo O Caramiñal, y para que no hubiera que esperar se instalaron varios surtidores. La de la alameda pobrense, culminada con el conjunto escultórico O Retorno, o la de A Pescantina son otras muy visitadas, aunque no sucede lo mismo con la que hay frente al cine Elma; y eso que en su origen estuvo situada a la entrada del antiguo puerto y que fue construida con piedra de cantería y con fundición traída por los acorazados alemanes que visitaban el concello.

Uno de los manantiales de la comarca que más visitantes sigue recibiendo a diario es el de Carrofeito en Boiro, puesto que la calidad de sus aguas es un buen reclamo para acercarse a este surtidos ubicado a los pies de la AC-305. Un poco más abajo está situada otra fuente, en la zona de Cimadevila, que tuvo su primer emplazamiento en la plaza de la antigua casa consistorial. La de O Lorcho de Cabo de Cruz o Fonte do Mouro son otras de las más singulares de este municipio.

La céntrica fuente del Campo de Arriba de Rianxo es quizás uno de las más conocidas de la villa, pero es la parroquia de Asados, según descubrió la arqueóloga Ana Filgueiras, miembro de Apatrigal, es donde existe una mayor riqueza de manantiales. La conocida como A da Perica, en Somoza de Abaixo, era lugar de encuentro de vecinos y aparece citada en varias canciones populares; había una en Laxido y otra en Lustres a la que se le atribuían propiedades curativas para «lavar a vista».

 Acueducto

En el siglo XV el agua llegaba a Noia por un acueducto que, a través de una ingeniería hidráulica medieval, abastecía a la población a través de varias fuentes que se colocan en lugares estratégicos, como Porta da Vila (conocida también como del Campo de San Francisco), la de A Fanequeira, o la de la rúa Cega. Además, existen otras en este municipio, como la de O Calvario, la de la Alameda, San Lázaro, Pedrachán, San Bernardo o Catafarás.

Otro de los concellos con fontanas más antiguas es Muros, que dispone de manantiales en Axesta, Fonte Vella, O Castiñeiro, San Xosé y A Fonte do Fiel, plaza de Galicia, Curro da Praza o avenida de Porteliña, aunque la más singular es la que está culminada por un lagarto en A Pescadería.

Ribeira tiene manantiales repartidos por todas sus parroquias, como los de Aguiño o Palmeira, siendo la de Fondevila la más céntrica, pero cuenta con otras que esconden mucha tradición, como la situada al lado de la capilla de la Guía, cuyas aguas se dice que protegían a los marineros para que regresaran sanos y salvos a tierra, o la que hay en la isla de Sálvora, a la que la se relaciona con las mujeres que quieren quedarse embarazadas.

También en Outes y Porto do Son cuentan con buenos ejemplos de estas fuentes milagreiras: la de O Rial que ayuda a espantar el mal cativo, o la de San Benito de Seráns, para olvidarse de las verrugas.