Controlar el uso de mascarillas, las distancias y ordenar los aparcamientos son los cometidos de este personal
09 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Albañil de profesión, el vecino de Muros Domingo Pais estaba en el paro desde junio, cuando acabó su último contrato. Presentó una solicitud para incorporarse a la brigada de limpieza de playas, pero se quedó a las puertas. Este parecía un verano condenado a la desocupación, hasta que las exigencias impuestas por el covid crearon la necesidad de dotar de acomodadores a los principales arenales del municipio. Surgió así una nueva oportunidad en la que este hombre de 52 años cambió la paleta y el cemento por un uniforme reflectante.
Su actividad se desarrolla en O Ancoradoiro, donde, conjuntamente con Peregrino Caamaño, tiene el cometido de controlar el tráfico y el aforo de los aparcamientos, vigilar que los bañistas lleven puestas las mascarillas y desinfectar baños y duchas. Domingo Pais explica que este contrato «supón unha alternativa de verán para ir tendo ingresos».
Hace una semana que comenzó a trabajar y explica que no ha tenido ningún encontronazo con bañistas que incumplían las directrices para prevenir los contagios: «Uns enténdeno e outros non. Houbo algún que se revirou un pouco, pero a cousa non pasou a maiores».
Pais subraya la elevada afluencia de gente que acude al arenal de O Ancoradoiro: «Moita xente vén por primeira vez, sábelo polas preguntas que fan». Explica que, en su primer fin de semana de actividad, «o sábado ás seis e media da tarde aínda viña xente. Estivemos a punto de cortar a entrada á praia».
Además de Domingo Pais y Peregrino Caamaño, otras cuatro personas tienen en Muros la función de acomodar las playas para evitar las aglomeraciones. Se distribuyen entre las de San Francisco y Parameán.
El vecino de Carnota José Manuel Lariño también ha encontrado ocupación vigilando el cumplimiento de las normas del covid en las zonas de baño. Este albañil de 54 años, al que una lesión de columna le incapacita para el desarrollo de actividades que requieran esfuerzo físico, explica: «É a primeira vez que teño un traballo de verán». Indica que su labor consiste en «informar aos usuarios, tanto no relativo á pandemia como sobre as mareas. Hai xente que descoñece a praia e métese en lugares dos que non pode saír cando sobe a marea».
Satisfecho por tener una ocupación durante los meses de verano, considera positiva la vigilancia: «Desta forma está todo máis controlado, porque vén moita xente ás praias».
Aunque subraya que no faltan bañistas a los que hay que recordarles que deben llevar puesta la mascarilla, José Manuel Lariño subraya: «A xente é bastante coherente e cumpre as normas».
Otras localidades
Bajo la coordinación del jefe de la Policía Local de Carnota, Jesús López Rama, un total de seis operarios velan por el cumplimiento de las directrices sanitarias en Boca do Río y Carnota.
También en Porto do Son iniciaron su actividad cuatro personas contratadas por el Ayuntamiento con una subvención aportada por la Xunta. En este caso no estarán en una sola playa, según explicó el concejal de Turismo, Manel Deán, quien indicó que recorrerán la totalidad de los arenales vigilando aforos y el uso de las mascarillas.
Para que puedan desarrollar su cometido, el Ayuntamiento sonense ha optado por el alquiler, durante la campaña estival, de un par de vehículos.
El concejal Manel Deán comentó que una de las funciones que tienen encomendadas estos operarios es la de proporcionar información a las personas que acudan a las playas. Su actividad se desarrollará tanto de mañana como de tarde.
Al igual que en los restantes ayuntamientos en los que han optado por esta modalidad, el trabajo en los arenales se prolongará hasta el mes de septiembre. De forma paralela, todos los concellos han colocado carteles en las zonas de baño instando a mantener las distancias de seguridad para evitar los contagios.