Crías de píllara campan a sus anchas por Espiñeirido

Ana Lorenzo Fernández
A. Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

Cedido

María Vidal, investigadora del grupo Biodiversidad Animal de la Universidade de Santiago, reconoce que no es algo común, pero que se debe a que normalmente en la zona más próxima al agua es donde la píllara puede encontrar una mayor cantidad de alimento

31 ene 2024 . Actualizado a las 16:43 h.

Son una especie en peligro de extinción porque en la última década se ha perdido el 70 % de la población, y por ese motivo cada año se intentan tomar todas las medidas de protección para que los polluelos del chorlitejo patinegro logren sobrevivir y alzar el vuelo. Aunque normalmente las crías de píllara se suelen quedar resguardadas en la arena de las dunas, en la playa sonense de Espiñeirido se está viviendo un curioso fenómeno, puesto que tres intrépidas aves campan a sus anchas por el arenal, acercándose a la orilla y pasando muy cerca de los bañistas.

María Vidal, investigadora del grupo Biodiversidad Animal de la Universidade de Santiago, reconoce que no es algo común, pero que se debe a que normalmente en la zona más próxima al agua es donde la píllara puede encontrar una mayor cantidad de alimento. La experta confiesa que conoce las andanzas de estos tres polluelos, los primeros que han comenzado a recorrer sin miedo este arenal de Porto do Son, en el que se tiene constancia de que hay otras tres parejas de chorlitejo patinegro.

«Una ha venido de Xuño, allí no pudo tener crías, y a ver si aquí lo consigue», apunta la investigadora, que explica que el mayor peligro para esta especie está en los cernícalos, un depredador natural que es el responsable de la muerte de muchos de estos polluelos.

Campaña atrasada

La temporada de la cría de píllara aún no ha finalizado, y este año se ha visto afectada por la crisis sanitaria, que obligó a retrasar la toma de medidas de protección en los distintos arenales. Esta demora también ha influido en las estadísticas, que en estos momentos están muy lejos de cumplirse. Según apunta María Vidal, el objetivo sería «que hubiera 50 pollos volados -crías que han alzado el vuelo- al final de la temporada en Barbanza, pero falta todavía mucho para poder alcanzar esa cifra».

Playas como Coroso, Xuño, A Aguieira o Espiñeirido suelen ser los lugares elegidos por los chorlitejos para plantar sus nidos, de donde estos días han comenzando a salir los nuevos polluelos.