Toxicómanos acumulan sanciones por saltarse el confinamiento

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

CARMELA QUEIJEIRO

Han sido detenidos en Ribeira, A Pobra, Noia y Porto do Son por desobediencia

02 abr 2020 . Actualizado a las 20:17 h.

Son un peligro para sí mismos, pero también para el resto de la población, ya que infringen reiteradamente las normas de confinamiento y salen a la calle sin miedo alguno a un posible contagio. Por este motivo, agentes de las fuerzas del orden de la comarca han decidido redoblar la vigilancia sobre estos vecinos con problemas con las drogas, seis de los cuales ya han sido detenidos en los últimos días en Ribeira, A Pobra, Noia y Porto do Son y acusados de un delito continuado de desobediencia, e incluso de atentado contra la autoridad y de resistencia, ya que alguno se ha enfrentado a los miembros de la Guardia Civil y de la Policía Local en el momento de ser arrestados.

El perfil de estas personas cumple siempre el mismo patrón: son viejos conocidos de las fuerzas del orden por su adicción a los estupefacientes, y en su historial hay numerosos antecedentes por haber pegado pequeños palos para poder conseguir dinero en efectivo para comprar la droga. Su gran dependencia les obliga a salir a la calle; y, por este motivo, han llegado a sumar hasta 14 denuncias por saltarse el estado de alarma.

De hecho, en algunos concellos, Guardia Civil y Policía Local están en permanente contacto para cotejar sus datos y comprobar si, como ya ha sucedido, alguna de estas personas fue denunciada por los agentes de ambos cuerpos en varias ocasiones, y así proceder a su detención. Lo que se busca es que el juez tome medidas cautelares e incluso pueda decretar su ingreso en prisión, tal y como ya ha ocurrido en otros municipios de España, donde han acabado entre rejas por un riesgo de reiteración delictiva.

Conducta agresiva

A todo ello se une que, como tienen más dificultades para conseguir y consumir estupefacientes, muchos de estos barbanzanos se vuelven agresivos, por lo que acaban cometiendo pequeños robos o incluso enfrentándose a las fuerzas del orden cuando son denunciados.

En el municipio pobrense ya se registraron varios sucesos delictivos desde que comenzó la cuarentena, y que tuvieron como víctimas una máquina expendedora de refrescos y un local hostelero, al que entraron a robar, pero del que finalmente no pudieron llevarse nada. Eso sí, en ambos casos provocaron importantes destrozos.

Aunque por el momento solo se han producido detenciones en Ribeira, Noia, Porto do Son y A Pobra, las fuerzas del orden de otros concellos de la comarca también reconocen que tienen este mismo problema con los vecinos con antecedentes. De hecho, desde que empezó el estado de alarma, en la villa rianxeira ya se han formulado 55 denuncias por circular o estar en la vía pública sin causa justificada, y en varios casos se trata de personas reincidentes que tiene problemas de adicciones.

En este municipio barbanzano también se descubrió un establecimiento hostelero que no cumplió la orden de cierre, a cinco personas que dieron positivo por conducir bajo el efecto de las drogas; y una que fue detenida como supuesta autora de un delito de violencia de género.

Un juzgado de Ribeira acaba de condenar a dos individuos al pago de 720 euros de multa

Un ribeirense y un pobrense que fueron detenidos por un delito continuado de desobediencia ya han tenido que presentarse ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Ribeira, que los ha condenado al pago de una multa de 720 euros cada uno, después de que llegasen a un acuerdo con el representante del Ministerio Fiscal.

A ellos se suma otro vecino de A Pobra, también con antecedentes, sobre el que pesaban un total de 14 denuncias -interpuestas por la Policía Local y la Guardia Civil- por vulnerar el confinamiento, y que estaba previsto que ayer pasara a disposición judicial después de que fuera arrestado hace unos días.

Posiblemente su caso termine como el de los dos anteriores, y pronto vuelva a la calle, además de declararse insolvente y no pagar la sanción. Por este motivo, desde las fuerzas del orden de la comarca anuncian que serán implacables y que habrá tolerancia cero con ellos si vuelven a saltase el estado de alarma.