Los puntos de vertido incontrolados se disparan y rondan el centenar

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

CARMELA QUEIJEIRO

Medio Ambiente solo resolvió cuatro expedientes sancionadores el año pasado

07 mar 2020 . Actualizado a las 19:44 h.

Fincas de particulares, cunetas o montes de toda la comarca son utilizados por ciertos vecinos para depositar enseres, electrodomésticos, escombros y todo aquello que ya no les sirve, a pesar de que está totalmente prohibido y de que se arriesgan al pago de multas que pueden superar el millón de euros. Sin embargo, esto no impidió que durante el año pasado los concellos tuviesen que actuar en cerca de un centenar de puntos de vertido incontrolados.

Esta cifra supone un aumento con respecto a ejercicios anteriores, y a pesar que desde los ejecutivos locales, la Guardia Civil y la Xunta se redoblan esfuerzos para evitar este tipo de prácticas, lo cierto es que no se ha avanzado demasiado. Uno de los motivos que explica esta situación es que es muy difícil descubrir a los infractores cuando están perpetrando la acción. De hecho, la Consellería de Medio Ambiente solo resolvió durante todo el 2019 un total de cuatro expedientes sancionadores por depósito, vertido o abandono de residuos, de los que tres se produjeron en el municipio boirense -dos calificados como leves y otro como grave-, y otro en Ribeira.

Precisamente en la capital barbanzana tuvieron mucho trabajo el año pasado para poder recuperar una veintena de lugares en los que se habían depositado todo tipo de residuos. Couso, el entorno de la perrera municipal y del campo de fútbol de Artes, el monte de San Alberto, Deán Grande, Espiñeirido o el paseo Castro-Catía fueron algunas de estas zonas. Además, el Concello también retiró 3.961 enseres y electrodomésticos que se habían dejado en la vía pública sin previo aviso, a pesar de que existe un servicio municipal específico para recoger este tipo de basura.

La situación en el municipio boirense es similar, ya que los avisos para retirar muebles de las calles son habituales cada semana, a lo que se suma que durante el 2019 se actuó en una docena de vertederos incontrolados.

Mismo sitio

Normalmente, y aunque se limpien, muchos de estos puntos vuelven a recibir residuos pasado un tiempo. Así lo explica el concejal de Medio Ambiente de Noia, Martín Fernández Godón: «Temos localizado e retirado distintos vertedoiros incontrolados en puntos específicos do municipio. Seguimos recollendo lixo case sempre nos mesmos puntos e a maioría das veces están preto de contedores».

En Porto do Son también tienen el mismo problema, y según el alcalde, Luis Oujo, existe una gran falta de concienciación para acabar con él. «É unha impotencia moi grande loitar contra isto. Hai pouco tempo o Concello fixo unha recollida de todos os residuos que se atopaban nas rúas e cunetas entre Ribeira e Noia, e aos dous días volveron a aparecer outros», destacó el regidor.

La dificultad para identificar a los autores reduce el número de denuncias

Coger al infractor in fraganti tirando los residuos a una finca o encontrar una prueba que lo identifique sin ningún tipo de duda son dos de los requisitos necesarios para interponer una denuncia. Sin embargo, estas situaciones rara vez se cumplen porque los delincuentes suelen actuar de noche o en zonas que no están vigiladas, lo que explica que sean contadas las sanciones por estos delitos medioambientales.

La alcaldesa de Muros, Inés Monteagudo, es consciente de este punto, y reconoce que muchos vecinos conocen a los autores de los vertidos incontrolados, «pero prefiren non denuncialos para non meterse en problemas». Su homólogo rianxeiro condena enérgicamente estas prácticas, «e oxalá os colleran coas mans na masa e poder actuar con toda a contundencia».