Ribeira y A Pobra son los grandes polos de atracción de trabajadores de la zona

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

Foto de archivo del polígono pobrense de A Tomada
Foto de archivo del polígono pobrense de A Tomada CARMELA QUEIJEIRO

Se trata de los municipios que reciben más población diurna por motivos laborales

28 feb 2020 . Actualizado a las 21:52 h.

Más de 39.000 personas cambian de municipio cada día en Galicia para acudir a su puesto de trabajo, un enorme flujo de desplazamientos que no es ajeno a los ayuntamientos del área barbanzana. El Instituto Galego de Estatística (IGE) ha contabilizado los asalariados que cada día cogen el coche para ganarse el sueldo, y apunta a Ribeira y A Pobra como los grandes focos de atracción de trabajadores de Barbanza.

La presencia de uno de los principales grupos conserveros de España en el polígono ribeirense y la intensa actividad en un parque industrial pobrense, que ya se ha quedado sin espacio para la instalación de nuevas empresas, explican en buena medida que estos municipios sean los principales receptores del flujo de personas hacia sus puestos de trabajo. Según el IGE, A Pobra recibe principalmente a trabajadores procedentes de Ribeira y de Boiro, mientras que a Santa Uxía se dirigen cada día varios cientos de vecinos de los ayuntamientos boirense y pobrense, así como de Porto do Son.

Llama la atención que en los datos no aparezca también Boiro teniendo en cuenta las importantes empresas radicadas en su territorio, pero el IGE explica que en sus cálculos no están incluidos los movimientos desde municipios con menos de cien desplazados, por lo que el volumen de traslados dentro de la comarca será mucho mayor del que reflejan las estadísticas.

Otro dato que se aporta es el de la carga de población diurna de cada concello, es decir, si pierden o ganan habitantes durante el día por las entradas y salidas de trabajadores, y resulta que A Pobra y Ribeira son los únicos en los que se incrementa, en todos los demás la cifra es inferior a la de residentes.

Gasto añadido

Carlos González es una de esas personas que cada día sale de Rianxo para incorporarse a su empresa en Ribeira, y tiene claros cuáles son los principales inconvenientes de tener que recorrer casi 30 kilómetros, y otros tantos de vuelta, para ir a trabajar: «No meu caso supón unha hora máis de traballo en desprazamentos e uns 140 euros ao mes, ademais do gasto de rodas e algún cambio de aceite ao ano...».

En su caso, comparte gastos con un compañero, pero eso no siempre es posible. Otra rianxeira, Chus Rivas, se desplaza hasta A Pobra todos los días: «Traballo con máis xente de Rianxo, pero non podemos compartir coche porque non temos o mesmo horario». El transporte público sería una opción, si no fuera porque «che leva o dobre de tempo chegar». El servicio de autobús que habilitan algunas conserveras de Ribeira facilita los desplazamientos a trabajadoras como Sandra, que además se ahorra unos 90 euros al mes en gastos.

El tiempo extra necesario para aparcar en destino se suma al madrugón para llegar en hora al trabajo, aunque personas como Mónica lo asumen: «Como quero vivir na miña vila fago o esforzo do coche».

Pablo Santos: «O peor é ter que coller o coche, sobre todo a volta do traballo»

Pablo Santos reconoce que tiene suerte porque, a lo largo de su vida laboral, no ha tenido que hacer grandes desplazamientos para llegar a su puesto de trabajo: «Sempre tiven sorte de traballar ao lado da casa. No meu anterior emprego levábame cinco minutos chegar andando, e agora tardo uns vinte minutos no coche, lévase ben».

Él es uno de los cientos de barbanzanos que cada día se desplazan hasta el municipio ribeirense para trabajar. En su caso, viaja desde San Pedro de Muro, en Porto do Son, hasta Couso: «Está a tiro de pedra, é un desprazamento moi curto, pero teño compañeiras que veñen desde Vilagarcía ou Portosín e fáiselles máis pesado».

En su caso, a diferencia de lo que le sucedía en su anterior empleo, ahora tiene que usar el vehículo para moverse, y reconoce que eso tiene sus inconvenientes: «O peor é ter que coller o coche, sobre todo a volta da xornada, cando estás máis canso e te atopas co atasco de toda a xente que sae de traballar».

Iván Martís: «Con el paso del tiempo te acabas acostumbrando a hacer el recorrido»

Fue hace 15 años cuando el pobrense Iván Martís comenzó a trabajar en la piscina de Noia, y allí continúa, haciendo todos los días una media de 52 kilómetros. Al principio no pensaba que sería algo definitivo, porque estaba acabando de estudiar y especializándose, pero con el paso del tiempo y de una crisis económica se convirtió en la mejor alternativa laboral.

 «La verdad es que al principio se hacía bastante duro ir todos los días a Noia, pero finalmente te acabas acostumbrando a realizar este recorrido. Además, la carretera ha mejorado muchísimo», manifiesta.

Considera que poder trabajar en tu municipio es un auténtico lujo, pero que no está al alcance de todos. «Está claro que ganas en nivel de vida, porque no pierdes una hora en ir y volver todos los días a Noia, y también económicamente, porque el coche se acaba resintiendo de tantos viajes, además de que no estás libre de tener un accidente». Sin embargo, él no se arrepiente de haber apostado por esta salida laboral, aunque no pare de sumar kilómetros.