Josefa Casal, una de las armadoras más longevas de Galicia

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA/LA VOZ

PORTO DO SON

MARCOS CREO

La mujer fue pionera en la implantación del cerco en Portosín junto a su esposo

31 dic 2019 . Actualizado a las 08:47 h.

La muerte de Josefa Casal Freire, Pepita a de Mario, en Portosín, causó un hondo pesar en la familia del mar de la localidad y también de Galicia. La mujer falleció a los 94 años de edad y será enterrada mañana al mediodía en el cementerio parroquial de Goiáns, en Porto do Son. Junto a su esposo, Mario Carreño, dirigió la empresa familiar y fue el pilar fundamental de una de las sagas más importantes del sector del cerco de Galicia, los Carreño. Entre hijos y nietos, esta familia cuenta con unas ocho embarcaciones. El actual patrón mayor de Portosín, Iván Carreño, es uno de sus nietos, como el anterior responsable de la entidad, Eduardo Carreño.

Josefa Casal tuvo ocho hijos, siete hombres y una mujer, todos ellos vinculados con el sector del mar. la vida de esta mujer no fue fácil. Se casó muy joven y ayudó a su marido en las labores del mar. Tenía una pequeña embarcación con la que salía a faenar por la costa. La mayoría de las capturas, principalmente mariscos, las llevaba a vender al mercado de A Coruña. Se desplazaba en taxi. Con el paso del tiempo fue contactando con restaurantes de la ciudad herculina y ya les servía directamente todo tipo de mariscos, principalmente nécoras y centollas. Eso sí, cocidos con agua de mar.

La Guerra Civil provocó que su esposo ingresase en prisión un año porque un hermano suyo desertó. Esta ausencia obligó a Pepita a coger las riendas de la empresa y se dedicó a gestionar todo lo relacionado con la embarcación y los trámites de gestión. Fue la cabeza visible y la que se encargaba de todo lo relacionado con las compras y las ventas. Desde que ella y su esposo se dedicaron a la actividad del cerco fueron los propietarios de una saga de barcos cuyo nombre era Monserrat. Hasta seis unidades salieron bajo su tutela. En la actualidad el barco que aún surca las aguas del Cantábrico-Noroeste es el Monserrat Morenita y que es propiedad de la familia.

Josefa Casal era una persona muy querida y respetada por los armadores de la comunidad autónoma y también de Portosín. Fuentes del sector se mostraron consternados por la pérdida de una de las mujeres pioneras en la modernización de esta flota y destacaron su bondad y su buena predisposición a ayudar a todos los compañeros y sobre todo, «era unha boa persoa», comentaba el dueño de un barco de la villa portosinense.