Los ganaderos alertan sobre el incremento de ataques de lobos

A. Gerpe / j. sande RIBEIRA / LA VOZ

PORTO DO SON

matalobos

En los últimos meses han matado potros y terneros en Ribeira, A Pobra, O Son y Lousame

18 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de una larga temporada en la que el ganado que pasta en los montes parecía estar a salvo de los ataques de lobos, el peligro para estas reses ha regresado. Así lo constatan ganaderos de diversos puntos de la comarca, que afirman haber perdido animales debido a las agresiones. Entre los afectados se encuentra el lousamiano José Godón, quien afirma: «Dos que chegan a matar, non deixan nin rastro». Este criador afirma que otros profesionales le han comentado que el problema se ha extendido a otras localidades, como A Pobra, Ribeira, Porto do Son o Boiro.

En su caso, explica que registró en febrero 32 nuevos becerros, de los que ya solo le quedan la mitad: «As vacas que temos por aquí acostuman deixar as crías para ir pastar e, cando volven, xa non están. Os animais, cando nacen teñen un olor moi forte que eses bichos detectan rapidamente. Cómenos e non deixan nada».

Indica que resulta difícil calcular las pérdidas económicas: «Se perdes o 40 ou o 50 % das reses, xa non tes ganancia ningunha, tanto polo que deixas de percibir pola venda desas reses como polos outros gastos que tes na explotación».

Sin denuncias

El ganadero pobrense Manuel Boo también ha sufrido los ataques y dice que en los últimos meses se vieron afectados cuatro potros y dos becerros: «A cousa estaba bastante tranquila, pero ultimamente hai máis animais».

Comenta que, sin embargo, no ha presentado ninguna denuncia: «É perder o tempo. Non che pagan e tampouco consegues nada». Asegura que no se puede hacer nada: «Cando teñen fame matan e comen».

Algunos criadores comentaron que no saben exactamente si se trata de lobos o de «cánidos co corpo moi grande, tipo lobeznos». Asimismo, consideran que el número ha debido incrementarse en los últimos tiempos, lo que hace que las agresiones sean cada vez más frecuentes.

En este sentido, José Godón manifiesta haber observado en zonas del monte algunas evidencias de su presencia: «Vin residuos, como excrementos e pisadas. O certo é que parece que volve haber un repunte. Supoño que houbo un aumento de crías».

Este mismo criador afirmó haber visto, la tarde del jueves, a tres ejemplares, al tiempo que observó que había cuatro potros muertos que, afirmó, pertenecen a un ganadero de A Graña. José Godón señala: «Eu chamo a estes animais cánidos, porque son coma unha mestura entre cans e lobos, moi depredadores».

Asimismo, afirma que «cando non hai comida no monte achéganse ás vivendas, pero se teñen alimento non baixan». Explica que hace unos años se autorizaron esperas y considera que sería necesario volver a hacerlas.

También en la comunidad de montes de Esteiro han sufrido las acciones de estos animales. En concreto, se vieron afectados varios becerros. No es la primera vez que se registran este tipo de incidentes, lo que genera preocupación entre los propietarios.

Los ganaderos coinciden en afirmar que durante un largo período de tiempo prácticamente no se produjeron incidentes de este tipo en los montes, pero recalcan que los ataques se han vuelto cada vez más frecuentes.

La mayoría afirma que no ha presentado ninguna denuncia porque señalan que no se consiguen ayudas y que no merece la pena realizar ningún tipo de trámite.

El ganadero ribeirense Manuel Lijó también se ha visto afectado por los ataques de los lobos en los últimos tiempos: «Na zona da Curota apareceron varios becerros cheos de mordeduras. Aos poldros atácanos na garganta», concreta, y comenta que algunas reses no pudieron soportar los ataques y que «tres poldros acabaron morrendo».

Asegura que el problema se ha ido extendiendo a otras localidades cercanas: «No monte Enxa tamén se deron casos, ao igual que en Ribasieira, Noceda ou A Graña». Manuel Lijó manifiesta que, por los comentarios que le llegan de otros criadores, el problema se ha ido extendiendo.

Además, comenta que las dificultades que tienen los ganaderos y agricultores son cada vez mayores: «Por un lado temos as reses que nos matan no monte e, polo outro, os danos que causa o xabaril nas plantacións. Non compensa en absoluto dedicarse a esta actividade».