Tampoco entienden por qué en su día, en el 2006, se realizó la expropiación «forzosa y urgente» cuando las obras no comenzaron hasta este año, ni tampoco por qué deben ceder otros dos metros de su propiedad: «El vial ya tiene 14 metros de ancho, ¿para qué necesitan más? Se quejan de que no hay dinero pero quieren hacer carreteras de un tamaño innecesario para unir aldeas rurales».
La obra es de la Diputación, pero muchos vecinos se han dirigido al Concello sonense para quejarse y para informarse, porque, como explicaba otra vecina, «non sabemos nada». El alcalde señaló que esta misma semana habrá una reunión con técnicos del ente provincial para tratar el asunto y explicó que esos dos metros de los que hablan los vecinos los fija la ley por si en un futuro se instalan servicios.