Porto do Son quiere reducir a tres sus diez campos y que sean de gestión municipal
PORTO DO SON
Dicen que la crisis no puede con el fútbol. Pero quienes hablan así deberían afinar la frase y señalar que la crisis no puede con el fútbol de las grandes estrellas. Pero sí se cuela en la realidad de los pequeños equipos, de esos numerosos conjuntos donde se juega por amor al arte, sin sueldos ni primas ni nada parecido. Y también en el día a día de las instituciones que tienen que tener campos y demás instalaciones a punto para que se pueda competir y entrenar en ellos. El alcalde sonense, Luis Oujo, hablaba precisamente ayer de este asunto. ¿Por qué? Explicaba que en su municipio actualmente hay diez terrenos de juego, solamente uno en manos municipales. Y que la mayoría están en mal estado porque no hay fondos para mantenerlos. Así que el Concello se ha propuesto reordenar el mapa de estadios.
¿Qué se pretende hacer? Luis Oujo indica que todavía están diseñando el mapa ideal de terrenos de juegos. Pero lo que quiere el Concello es que, como máximo, haya tres campos. No se trata de construir ninguno nuevo, sino de clausurar algunos de los existentes y mejorar los tres que resulten elegidos. Uno de los que sí o sí se seleccionarán es el de O Preguntoiro, ubicado en el centro del municipio, en Porto do Son, y ya de carácter municipal y con instalaciones adecuadas. Los otros dos todavía no se sabe exactamente cuáles serían, pero la idea que se baraja es mejorar el terreno de Nebra, para dar servicio a los equipos del norte del término sonense. Y el de Caamaño, para que los conjuntos del sur puedan practicar el deporte rey sin tener que desplazarse demasiado.
Distintos problemas
Desde el Concello sonense indican que la reordenación y fusión de campos no solo se antoja necesaria por cuestión económica. Señalan que algunos de los terrenos de juego tienen distintos problemas. Por ejemplo, en el caso del de Xuño está afectado por Costas, que no deja arreglar los vestuarios ni las gradas, así que el aspecto que presenta actualmente es deplorable. También hay controversia con otros campos porque resulta que están ubicados en monte común y los propietarios quieren recuperar esos terrenos, en parte porque algunos estadios dejaron de usarse o su utilización es mínima.
Por unas o por otras, el Concello sonense se puso en marcha para reordenar el mapa de campos de fútbol. De diez se quiere pasar a tres. Y asumir la gestión para que estén en condiciones.