Los vecinos piden salvar Pontenafonso de una obra que «deturpa» el histórico viaducto

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

OUTES

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El alcalde de Outes instó a la Xunta a mejorar la integración de los tajamares

05 jun 2022 . Actualizado a las 20:58 h.

La obra que desde hace meses se ejecuta en Pontenafonso sigue dando mucho que hablar. Descontentos con los últimos cambios introducidos en el proyecto, un grupo de vecinos se concentraron en uno de los extremos del viaducto para exigir «responsabilidades, explicacións e reflexión co fin de atopar solucións para esta desfeita». Sostienen que la intervención realizada «deturpa» el histórico puente, es decir, altera su estética original.

Y resulta que el viaducto de Pontenafonso, como recalcan los vecinos, es uno de los símbolos de la ría de Muros-Noia, un monumento que data del siglo XIV y que está considerado uno de los puentes medievales más importantes de Galicia. Entre sus características principales figuran la longitud, que se aproxima a los 270 metros, y el número de arcos, una veintena.

El origen de la polémica que envuelve actualmente esta joya patrimonial es una actuación que comenzó en agosto del año pasado y que tenía como finalidad reparar y poner en valor el viaducto. Del resultado de dicha intervención, que está en su recta final, lo que más críticas despierta es el pretil de piedra que sustituye a la antigua barandilla metálica. Debido a la elevación del firme para ocultar canalizaciones, este murete sobresale varios centímetros de los tajamares antiguos, unos pilares construidos para cortar el agua y disminuir su empuje, que también sirven de refugio a los peatones cuando pasa algún vehículo.

Posibles soluciones

El resultado de la intervención tampoco convence al ejecutivo de Outes. El alcalde, Manuel González, mantuvo la semana pasada un encuentro con responsables de la Xunta, a los que trasladó la necesidad de buscar una solución «para un mellor encaixe do novo peitoril cos tallamares». Pero parece que la cuestión se antoja complicada: «Quizais a opción máis viable sería elevar os tallamares e situalos á altura dos novos muros, pero é unha intervención que xa nos dixeron que no proxecto actual non ten cabida por falla de orzamento».

En dicha reunión también se analizó la posibilidad de limpiar esas partes antiguas del viaducto, puesto que su tono oscuro genera un gran contraste con los nuevos muros, pero Patrimonio no ven con buenos ojos esa intervención.

Consciente de que ahora no será fácil encontrar una solución, Manuel González está pendiente de un nuevo encuentro para valorar diferentes opciones.