De aquellos árboles salen estos barcos

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

OUTES

Fearmaga difunde el trabajo de los aserraderos gallegos que se dedican a la construcción de embarcaciones

27 jul 2021 . Actualizado a las 09:45 h.

La construcción de un barco es el hilo conductor de los tres reportajes audiovisuales que elaboró la Federación Empresarial de Aserradores y Rematantes de Madera (Fearmaga). Tras presentar el primero, en el que se habla sobre los trabajaos silvícolas, la entidad ha hecho ahora público el segundo, en el que se da a conocer la actividad de los aserraderos que transforman la madera para construir barcos de todo tipo. El protagonista, en esta ocasión, es José María Suárez Tuñas, de la empresa Hijos de Vicente Suárez, en Outes.

Para la pesca, marisqueo o acuicultura. La industria maderera gallega está preparada para construir todo tipo de embarcaciones. Es esta una actividad de la industria forestal que se caracteriza por la elevada especialización, la planificación y el trabajo artesanal, ya que cada pieza serrada debe tener una forma específica. Los trabajos comienzan en los aprovechamientos forestales con la selección de la materia prima, ya que no todos los árboles sirven para este uso. De hecho, para cada pieza del barco se precisa un árbol con una curvatura específica, que se clasifica de forma visual en la propia finca. Así, un pino vale para una pieza determinada del barco y otro, se destina a otra pieza diferente. «Cada peza debe ser unha forma diferente. Nesta parcela forestal de 40 pinos, soamente seleccionamos 12 como aptos para serrar pezas para barcos», cuenta Suárez Tuñas. 

El rollo de madera se traslada al aserradero en un transporte forestal específico para longitudes amplias. Según el tipo de embarcación, se cortará en distintos diámetros. «Hai unhas pezas que son mais delgadas cun diámetro de 30-40 que son para o banzo do baco, e despois hai outras pezas máis voluminosas de 50-60 que son para montar os cintóns e baradero», añade Suárez. La forma de serrar es siempre la misma y solo cambia el grosor de las piezas. El último paso es el secado, que en este caso no se realiza de forma industrial sino que debe tener un secado natural, «estas pezas deben ter 6-7 meses de secado natutral antes de ir para a montaxe», destaca el empresario.