San Campio volvió a espantar el «mal cativo» de sus devotos

Laura Martelo MUROS / CORRESPONSAL

OUTES

LAURA MARTELO

Cientos de personas acudieron a San Ourente para participar en el tradicional ritual

30 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La lluvia y el viento no fueron ningún impedimento para los cientos de personas que se acercaron durante toda la mañana de ayer a San Ourente con el objetivo de acudir a su tradicional cita del mal cativo. Los festejos, que ya se habían iniciado el sábado por la noche, congregaron a numeroso público en la localidad outiense por la fama y devoción que despierta San Campio.

 Tras una noche larga gracias a una animada verbena, ayer el día comenzó temprano. Los actos litúrgicos dieron inicio a las 9.00 horas y se fueron sucediendo hasta la misa solemne de las 13.00. La iglesia de San Ourente estuvo abarrotada por momentos, ya que ninguno de los feligreses se quiso perder la oportunidad de mostrar sus respetos al santo. Por la localidad pasaron un sinfín de coches que tuvieron que estacionar tanto en los lugares habilitados para ello como en los bordes de las pistas que rodean a la carretera principal.

Desfile de paraguas

Al mal tiempo buena cara, y también paraguas para resguardarse y evitar una mojadura. Durante toda la mañana, los devotos desfilaron por los escasos 300 metros que separan la iglesia de la vecina capilla de Rial, donde tiene lugar el ritual para espantar las dolencias mentales, comúnmente llamado mal cativo.

Personas de todas las edades realizaron el tradicional lavado de cara en la fuente, dejando allí el pañuelo con el que se secaron para, a continuación, dar nueve vueltas alrededor del cruceiro.

Después de tanto trajín, los asistentes aprovecharon las carpas instaladas para disfrutar de una buena comida y contemplar las diferentes exposiciones que estaban instaladas.