Sin entrar a valorar una relación directa entre ambos conceptos, que algunos estudios dan por hecha, de forma paralela a la caída del número de nacimientos se produce también un descenso histórico en la cifra de matrimonios celebrados en la comarca.
El año pasado se dieron el sí quiero, tanto por la vía civil como por la religiosa, un total de 364 parejas , justo la mitad de las que hicieron lo propio en 1988 y apenas un tercio de las que se casaron en 1978, el ejercicio con el mayor número de uniones desde que existen datos estadísticos.
También en este apartado hay excepciones con respecto a la línea que sigue el conjunto de la comarca. Es el caso de municipios como Noia, Outes, Mazaricos o Rianxo donde se mantienen prácticamente el mismo número de enlaces que se registraban hace diez años. En otros, caso de Muros, se aprecia un descenso muy significativo del número de matrimonios. El año pasado fueron 14, la mitad que un ejercicio antes y lejísimos de los 108 que tuvieron lugar hace justo 40 años.