Unas 2.000 personas tienen empleo en 71 centros especiales de la provincia

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

OUTES

PACO RODRÍGUEZ

Su principal objetivo es la integración laboral de colectivos de difícil inserción y muy diversos por sus discapacidades

08 jul 2019 . Actualizado a las 23:21 h.

En la provincia funcionan 71 centros especiales de empleo, con 1.876 personas contratadas, según la Consellería de Economía. Suponen uno de los principales accesos al trabajo para colectivos de difícil inserción laboral por sus discapacidades o capacidades diferentes, que presentan 1.714 (el 94,5 %) de quienes integran sus plantillas, indican los datos oficiales. Estos centros tienen como fin asegurar un empleo remunerado para esos grupos con más dificultades, y destacan los de iniciativa social, promovidos y participados en más del 50 % por entidades sin ánimo de lucro o de carácter social.

Parte de estas sociedades son de pequeño tamaño, como Viveiros Valadares, de Outes, que emplea a 3 personas; I-lab, de A Coruña, dedicada a la joyería, con 4; o Radiotaxi, de Santiago, de 7 puestos; aunque en estos tres casos todo su personal presenta discapacidades. Pero también hay firmas que superan los 100 empleos, como Coregal, del sector del reciclaje de papel y otros residuos, con 183 personas en plantilla, 169 de ellas con discapacidades, que comenzó en Santiago y ahora tiene sedes además en Boiro, Carballo, Ferrol y Mos; o Ilunion Limpeza e Medioambiente, de la ONCE, con sedes en A Coruña y otras 3 en el resto de Galicia, y 139 empleos, 137 de capacidades diferentes.

La Asociación Empresarial Galega de Centros Especiais de Emprego sen Ánimo de Lucro (Cegasal) se formó hace 23 años. Fue iniciativa de Cogami, Fademga y Fapxg, las federaciones de personas con discapacidad física, intelectual y auditiva. Se sitúa en el ámbito de la economía social. Junta 26 sociedades, 22 radicadas en la provincia. Su presidente, José Antonio Vázquez, destaca Hornos Lamastelle, que emplea en A Coruña a 90 personas y 86 presentan discapacidad física, visual, orgánica, sensorial, intelectual o de salud mental. Es un caso singular, pues no suele darse tanta diversidad en una misma entidad, admite.

Al hablar de los colectivos a los que integran, afirma: «Arrastramos muchos años de estereotipos, de estigmas y prejuicios. De ser tratados como una carga». Así lo mantuvo el jueves, al entregar los premios anuales que convocan. «Debemos seguir centrados en luchar contra la discriminación, en mostrar de qué somos capaces y en vigilar que se cumpla la nueva ley de contratación pública», agregó ante representantes de instituciones, sindicatos y varios sectores. Pretenden «evitar que nos consideren un modelo médico o de beneficencia» y se proponen «sorprender gratamente» a empleadores con una cultura inclusiva «que entiendan la diversidad como un activo generador de valor social y económico», sostiene Vázquez.