También hay quien cuestiona que la Iglesia permita a las mujeres oficiar las celebraciones de la palabra como personas laicas, pero no ordenarse, algo que ellas rechazan. «Non o vexo contraditorio, simplemente é outra forma de ver a Igrexa, creo que é algo complementario», comenta Solita. Una opinión que refrenda el párroco, en cuyas palabras se hace evidente su complicidad con las agentes pastorales y su agradecimiento por su labor: «O mellor é non ter prevencións nin prexuízos. Para min só é insostible facer este traballo, e ademais é algo que non é deste tempo».
En la archidiócesis de Santiago quedarán apenas 150 curas en el 2021
Aunque, como explicaba Roberto Freire, la autorización a personas laicas para que oficien las celebraciones de la palabra no es nuevo, sí es algo que cada vez tiene mayor implantación y todo apunta a que seguirá aumentando en el futuro. No en vano, las previsiones que maneja la autoridad eclesiástica no son demasiado esperanzadoras y se calcula que en el 2021 quedarán 150 curas para atender las 1.071 parroquias de la archidiócesis de Santiago. En este contexto, es fácil deducir que en los próximos años será necesario que haya más laicos dispuestos a asumir un papel activo en las parroquias, aunque Freire matiza la importancia de este modelo: «Para min, o máis relevante disto non é que as mulleres digan misa, senón que hai outra forma de traballar que ten dous piares: a distribución do liderado e a participación social».