El área de Educación especial vuelve a ser la más afectada por la carencia
22 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las semanas previas al mes de septiembre acostumbran a ser un auténtico quebradero de cabeza para algunas escuelas e institutos. A la incertidumbre de la llegada de interinos y sustitutos que deberán adaptarse a su nuevo centro se suma otro problema que perjudica las tareas organizativas de las direcciones. Se trata de las plazas de maestros -profesionales que imparten clase en infantil, primaria y primer ciclo de secundaria- que han sido otorgadas a un colegio, pero que todavía no tienen a un docente concreto asignado. A tres semanas de que comience el curso, en los centros públicos de la comarca faltan 132 maestros.
Asimismo, las especialidades de los docentes que con mayor frecuencia integran esta lista cada año se repiten una vez más, con el área de Educación especial como la más afectada. Se tratan de los profesores de Pedagoxía Terapéutica y de Audición e Linguaxe, que, en la comarca y en gran parte de Galicia, suelen tener horarios compartidos entre varios centros.
Esta es una situación que tiene mayor repercusión en los centros de dimensiones más reducidas y que se localizan en parroquias. Precisamente, la razón de que el conflicto responda a estas características se debe a las dificultades de matriculación o a la incógnita de con cuantos alumnos contarán definitivamente en septiembre. «No noso caso xa hai varios anos que non temos este problema», explicó el director del Frións, Luís Teira, indicando que sí es conocedor de la falta de más profesionales de Audición e Linguaxe.
Situación en Outes
Esta dinámica afecta de forma muy distinta a primaria y al primer ciclo de secundaria. Desde el instituto rianxeiro Félix Muriel, su responsable, Ramón Veiga, destacó que también hace años que ya consiguen las plazas que solicitan en junio en tiempo y forma, pero añadió que en secundaria esta situación es más habitual, puesto que tienen el período de adjudicación a inicios de septiembre y ellos comienzan el curso más tarde. Este último hecho les brinda un valioso tiempo para organizarse.
No obstante, hay casos en los que otros factores son determinantes y la carencia de maestros afecta también a grandes colegios. Por ejemplo, en el CEIP de Outes se prevé un curso complicado, tal y como indica Mercedes Cereijo, la nueva directora. Un año después de la fusión con el profesorado y alumnado del extinto Emilio de Navasqüés, gran parte de los docentes han pedido el traslado y la plantilla del colegio de A Serra cambiará radicalmente.
Además, con las previsiones del mismo alumnado que el curso pasado, el colegio outiense pasará de contar con un equipo docente de 31 personas a 26: «Perdemos un desdobre en primaria, un docente de inglés e dous de infantil. Neste último nivel, de todos os mestres só hai un con destino definitivo».
Cereijo también define a la perfección el gran problema a la hora de preparar el inicio de curso con plazas pendientes de la llegada de un maestro, aunque se empiece el curso con este: «Claro que afecta, se non coñecemos as especialidades da persoa non podemos asignalo, por exemplo, a linguas estranxeiras».