La UD Ourense arranca con una victoria diáfana frente al Noia (2-0)

El nuevo asalto de la UD Ourense hacia el ascenso a la Segunda Federación comenzó con un convincente triunfo sobre el recién ascendido Noia, que sin embargo se mantuvo en el partido hasta sus últimos instantes: 2-0.

Desde los lances iniciales del choque se vio al cuadro dirigido por Borja Fernández con más argumentos para llegar a la meta rival, si bien un error en la salida del esférico propició una buena oportunidad para Iker, que no cogió puerta por poco. El susto espabiló a un elenco local que trabajaba bien en la recuperación y encontró un buen carril para aproximarse a los dominios de Chema en la banda de Migui, que reclamó un derribo en el área no señalado por el juez.

Por el otro flanco, una entrega de Antón Guisande permitió a Cellerino definir con un taconazo que no llegó al fondo de la red. Fue la primera del ariete, que también se encontró con el portero visitante poco más tarde. Los ourensanistas lo probaron también desde la media distancia y su pólvora explosionó por fin en el ecuador de ese período inicial. Fue en otra de esas impetuosas internadas de Varo, que recogió un balón repelido tras disparo de Luismi, haciéndose sitio para rematar en el corazón del área, alejando el cuero de las manos de Chema hasta que se perdió en el fondo de las redes. Antes del intermedio aún se registró otra buena oportunidad de los de casa, aunque el chut de Antón terminó estrellándose en el travesaño.

La dinámica del enfrentamiento apuntaba a más goles del anfitrión de O Couto y, sin embargo, el fútbol del segundo período se espesó más. Los voluntariosos discípulos de Iván Carril se estiraban un poco más y eran capaces de mantener la incertidumbre en un choque con ritmo discontinuo. En todo caso, la retaguardia local no sufría demasiado y el campo fue inclinándose poco a poco hacia su otro polo, donde Cellerino volvió a inquietar a Chema, en una intentona que se le fue por arriba y en un testarazo que escupió la madera, tras una estrategia, cuyo rechace aprovechó Lucas Puime para hacer trabajar al portero.

Lo cambios le dieron mayor frescura a los unionistas en la última media hora, con lo que el peligro volvió a sobrevolar la meta del entonado Chema, que le sacó un venenoso libre directo a Álex Fernández. La ventaja seguía siendo mínima y Álex Cobo tuvo que frenar un remate de Julián en área pequeña. Todo podía pasar, pero en el alargue llegó la guinda en una llegada al área de Álex Fernández, que fue sancionada como pena máxima. El propio centrocampista la transformó desde los once metros, para tumbar a un Noia que lo siguió intentando hasta el pitido definitivo, cuando Cobo atajó el intento de Losada.

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