Fran Oviedo vuelve un lustro después al Rali Berberecho de Noia por cumplir 40 años: «Llevo los ralis en la sangre»

C Peralta

NOIA

MARCOS CREO

El corredor regresa al trazado con el rianxeiro Manuel Vicente como copiloto

13 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay regalos más o menos originales. Desde clásicos como un ramo de flores a ocurrencias más originales. La esposa de Fran Oviedo (Noia, 1983), María Pose, optó por darle un presente atípico por su 40 cumpleaños: la inscripción para el Rali Berberecho de Noia. El piloto barbanzano, retirado de la adrenalina de estas pruebas desde hace más de siete años, regresará a su recorrido preferido.

La carrera noiesa vivió su primera prueba cuando Fran era un bebé. Desde bien pequeño y acompañado de su padre, fue un aficionado habitual de las cunetas de Barbanza. «Tenía cuatro años y ya me sabía todas las marcas de coches. Ahora a mi hijo le pasa igual», reconoce Oviedo. Precisamente, sus dos descendientes, Rita y Álex, son los diseñadores de las pegatinas que Fran lucirá en su Renault Clio Rally 4: el dragón Desdentao, el pokemon Mewtwo o el veloz caballo Spirit. «La rotulación va a ser increíble», apunta el piloto noiés, que vuelve ilusionado, pero también tranquilo: «No voy a medirme con nadie, voy a disfrutar».

Sus inicios en el Campeonato Gallego de Ralis llegaron con la mayor discreción posible. Sus padres no podían enterarse bajo ningún concepto. Su copiloto era Adrián Carril. Él fue el que le ayudó a adquirir un Peugeot 205 Rali con el que debutó en el Albariño. Su segunda vez fue en casa. Una ley no escrita decreta que los padres siempre se acaban enterando de todo. «Fue al reagrupamiento y me vio allí con el mono puesto. Menudo follón. Y luego cuando llegué a casa un lío bestial», recuerda Fran Oviedo.

Pero la cabra siempre tira al monte. «O raposo perde a forza, pero non a maña», recuerda Oviedo, tirando de refranero. Lo tiene claro, pese a los años en el dique seco: «Llevo los ralis en la sangre. He estado en muchísimas carreras». En todas ellas compitió como miembro de la Escudería Berberecho de Noia, a la que, cómo no, representará una vez más. Pese a que reconoce que no aspira a competir con nadie, participa junto a más de 30 pilotos en la copa de promoción reservada a los integrantes de la entidad noiesa, la Copa Portus Apostoli.

Gerente en un desguace

El piloto noiés ha seguido vinculado a la automoción, ya que ejerce desde hace casi un lustro de gerente en un desguace de Lousame. «He ayudado a mucha gente que corre en los ralis a que tengan piezas», remarcó el piloto.

¿Qué recuerdos le vendrán a la cabeza cuando recorra a toda velocidad el tramo Transportes El Jaime por el paseo marítimo de Noia? Solo él lo sabe, pero son varias las opciones. Desde sus inicios con Adrián Carril a otras pruebas con el reputado copiloto Manu Barreiro como acompañante de lujo. Quizás también aparezca en su memoria su mejor resultado, un cuarto puesto en la clasificación general a los mandos de un veloz Citroën C2. «Lo que me hace sentir más orgulloso de mis años en los ralis es toda la buena gente que conocí. He aprendido muchísimas cosas», recuerda el piloto noiés.

Este miércoles tuvo una nueva toma de contacto con su nuevo vehículo. Su copiloto en esta ocasión será el rianxeiro Manuel Vicente, que también volverá a sentir la adrenalina de los ralis después de varios años de parón. «Se me hace todo un poco difícil porque nunca corrí con cambio secuencial ni con un coche turbo. Y los frenos tampoco los conozco. Son una locura», remarca Oviedo, que tendrá que actualizarse a marchas forzadas.

Lo que sí que conoce como la palma de su mano son la mayoría de los kilómetros que componen los seis tramos —cuatro de ellos, todos los del sábado, a doble pasada— que componen esta edición. «El tramo de Lesende es el que más ilusión me hace porque pasaba por allí antes para ir a trabajar», afirma Fran Oviedo, que tendrá que atreverse a repetir para pasar por otros trazados históricos como el de Montemuíño —en el término de Porto do Son—, que no estará presente en esta edición.