De las faldas de canalé a la alta costura sostenible

Celia Riande García
Celia Riande RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

Chiara Vinagre

La noiesa es la creadora que está detrás de diversas marcas de moda para todo tipo de estilos

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Chiara Vinagre era pequeña, le pedía a su abuela que le calcetara prendas personalizadas para ir al colegio luciendo su propio estilo. Vestía boinas y faldas de canalé, recorriendo las calles de Noia con la seguridad de a quien no le importa ser juzgado. Es ahí cuando comienza realmente su trayectoria, cuestionando lo establecido y llorando cuando su madre le obligaba a usar prendas que nada tenían que ver con ella.

Hija de marinero y natural de Noia, la diseñadora comenzó su trayectoria trabajando para el gigante Inditex. Era un empleo de verano que acabaría durando 14 años, y que le permitió descubrir el mundo del escaparatismo o el diseño de los estilismos de las tiendas. Sin embargo, si hay algo que defina a Chiara Vinagre es la palabra inconformista: «Se me quedaba pequeño ese mundo, y yo siempre había querido ser diseñadora. Me apunté a una escuela, hice cursos, y pronto decidí ir por mi cuenta».

De este modo empezaba la noiesa una aventura con punto de salida en Marruecos: «Cuando decidí hacer mi propio muestrario, fui a Marruecos buscando tener mis propias herramientas, pero abrí los ojos a las condiciones de los talleres textiles. Decidí que, por mucho que quisiera ser diseñadora, no quería hacerlo de ese modo».

Hecho en Galicia

Comenzaba entonces una aventura puerta a puerta por todos los talleres de la zona en la que la diseñadora tuvo un porcentaje de éxito muy limitado, ya que la mayoría buscaban tiradas grandes. «Fue bastante duro, porque es un mercado en el que te avasallan, parece que te están haciendo un favor. Al final, gracias al boca a boca, conseguí trabajar con un equipo muy pequeñito en Coristanco, con los que llevo ya 14 años», cuenta con mucho orgullo la creadora.

Algo que caracteriza a Chiara Vinagre es la capacidad de salir adelante, de buscarse, con más o menos facilidad, las castañas. Y con esta filosofía comenzó a crear su propia marca. «Como no tenía dinero, decidí sacar mi macuto, mi muestrario, y posar yo misma con los vestidos. Me fui de tienda en tienda porque no hay nadie que venda tus diseños mejor que tú, y funcionó», relata la diseñadora.

Es precisamente cuando su marca despegó cuando la vida dio uno de esos giros que nadie se espera. Con la pandemia, desaparecieron los eventos y sus encargos cesaron. Pero, como se suele decir, si la vida te da limones, haces limonada. Con este dicho en mente Chiara Vinagre comenzó a confeccionar uniformes de trabajo en un momento en el que la actividad social se basaba en cumplir la jornada laboral. «Empecé con una clínica veterinaria. Se lo propuse a mi peluquera, en hostelería, e incluso diseñé los uniformes para un colegio de educación Montessori. Es un campo en el que todo suele basarse en catálogo, y en mi caso les ofrecía la opción de participar en el proceso de diseño», explica la noiesa.

El mundo en el que se mueve Chiara Vinagre es un mundo lleno de competitividad, donde no siempre es fácil hacerse un hueco. Las grandes fábricas ofrecen precios más bajos y dificultan a los pequeños emprendedores conseguir un nombre propio en la industria. Con todo, asegura que en los últimos tiempos la confección de prendas de alta calidad ha ido adquiriendo más reconocimiento: «Parece que cada vez se valora un poco más que las cosas se hagan en casa y de forma sostenible. Además, para bodas u otro tipo de eventos, la gente busca un producto más exclusivo».

Agenda ocupada

Los últimos proyectos de la noiesa son, entre otros, la marca Sunsisters, lanzada este mismo año, y la nueva colección que estrenará el próximo 2 de diciembre en un showroom en A Coruña: Versus. Sin embargo, la emprendedora no olvida sus raíces: «Siempre que puedo voy a Noia. Este verano me propusieron hacer una pequeña muestra en mi pueblo y me imponía más hacerlo allí que en cualquier otro sitio».

En cuanto a su futuro, la diseñadora aspira a poder continuar en la misma dirección: «No me gustaría acabar trabajando para una empresa, valoro la cercanía. Además, vengan los proyectos que vengan, tengo una marca propia, Chiara Viló, y no quiero dejarla de lado, es mi esencia».

De niña

Comienzos. Lo que más enorgullece a la noiesa es rememorar sus comienzos en el mundo de la moda, que, asegura, está lleno de hostilidad.

Proyectos. En unos días estrenará su nuevo proyecto, Versus, que se suma a las dos marcas que ya tiene: Chiara Viló y Sunsisters, junto a Yolanda Rodríguez.