El premio al empuje de las noiesas llegó superada la media hora de la segunda mitad. Adriana cazó un balón largo y, pese a que su primer disparo se topó con la portera del Amistade, el rebote le favoreció y, ahora sí, no perdonó. Con el dos a uno se llegó al final. El Noia cumple con la mitad de su plan. Queda ahora lo más difícil, acabar la faena lejos de casa.