La Feira Cabalar volvió a galopar en el San Marcos

Carlos Peralta
carlos peralta RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

Un total de 86 equinos participaron en el concurso de morfología y las carreras

25 abr 2022 . Actualizado a las 20:16 h.

La Feira Cabalar regresó a la villa de Noia por todo lo alto. La cita equina resurgió, tras dos años sin realizarse, con más variedad de ejemplares y con una elevada afluencia de público.

El sol, ausente de la feria anterior a la pandemia, hizo acto de presencia. Más caballos, más participantes y mejor temperatura. Todos los ingredientes estaban sobre la mesa para que el municipio recuperase su añorado día grande de San Marcos.

La diversidad de razas y ejemplares fue palpable en los más de 150 caballos presentes en la zona de San Lázaro, 86 de ellos inmersos en los diferentes concursos. En total, 4.000 euros para 46 premios repartidos en cuatro categorías, tales como pura raza gallega, cruzados, árabes, y ponis.

Tampoco faltaron las carreras. Tres disciplinas entraron en liza sobre el asfalto noiés: chapeada, serrada y, como no, andadura, el alma máter de la equitación gallega. Los cientos de espectadores compaginaron los estéticos movimientos de los animales a concurso con el ritmo vertiginoso de los equinos en la pista adyacente.

Un crecimiento exponencial

La Asociación Pura Raza Cabalo Galego organiza desde hace más de una década este concurso. Su presidente, Jacobo Pérez, echa la vista atrás con orgullo. «Hemos pasado de tener seis equinos a más de ochenta», recuerda. Desde un punto estratégico, coordinó el constante trasiego de corceles y jinetes. A su señal, se incorporaban a la pista de forma ordenada y ejecutaban con destreza y orden los ejercicios. Mediante trotes, saltos o giros, los distintos ejemplares tratan de sorprender a un jurado que no perdió detalle alguno durante toda la mañana.

En estas pruebas morfológicas se tienen en cuenta una extensa variedad de factores. Desde la cabeza a las extremidades, pasando por el cuello, la espalda o la grupa del caballo o la yegua. Todo cuenta para forjar a un campeón. También «la armonía de sus movimientos, sus aplomos o su fidelidad racial», apuntó Jacobo Pérez.

Manuel Cebeiro, ganadero de Teo, es un habitual de la feria. «Gústame moito e este ano hai moita xente», afirmó. Su cara lo decía todo, y es que su yegua, Quiara, se alzó con el triunfo en la modalidad de razas cruzadas.

Cita agrícola

La feria agrícola fue otro de los destacados atractivos de la jornada. Decenas de curiosos conocieron de primera mano las cualidades de varios tractores, cosechadoras o grúas que se exhibían en San Lázaro, a la orilla del río de Vilacoba.

Además, los puestos de parrilladas o pulperías, entre otros, también regresaron para saciar el apetito de los presentes. A muiñeira do Mulete, entre otras canciones emblemáticas, sonaron con fuerza gracias a la agrupación folklórica Os Salgueiriños de Noia. De esta forma, con la orquesta Marbella en el cartel, estaba previsto cerrar la fiesta.