Mariana Razzetti: De vestir a conocidos actores a difundir en Noia la técnica del colaje

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

marcos creo

Tras una carrera ligada al diseño y la costura, ha abierto una galería de arte

16 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia llevó a un buen número de personas a replantearse su vida. Una de ellas es Mariana Razzetti, una artista argentina que lleva un cuarto de siglo residiendo en España y que, tras la irrupción del covid y del obligado confinamiento, optó por cambiar Madrid por Noia: «Había estado viviendo un tiempo en Galicia, tenía amigos aquí y me lancé, no podía seguir encerrada en una gran ciudad». En su nuevo hogar, incluso se ha atrevido a abrir las puertas de su lugar de trabajo, convirtiendo un bajo de la calle Luis Cadarso en una mezcla de estudio y galería de arte, en el que crea, exhibe e incluso imparte talleres, iniciativas todas que giran en torno a la técnica del colaje.

Recortar y pegar son acciones que constituyen la base del proceso creativo de Mariana Razzetti: «Me gusta el arte en sí, pero el colaje me permite expresar lo que quiero fácilmente. Tuve mis épocas de pintura y de técnicas mixtas, pero ahora estoy dedicada a esto casi en exclusiva». Añade que el reciclaje es uno de los puntos fuertes de su obra: «Llevo años recopilando material y encuentro mucho tirado en la calle, al lado de los contenedores. También recurro a bares, que me dan periódicos y revistas, y a tiendas de segunda mano».

Además de las obras de colaje tradicional, las planas, la artista de origen argentino también confecciona otras en tres dimensiones, que llaman la atención de aquellos que pasan por delante del escaparate de su galería: «Forman parte de La religión de las cabras, un proyecto que arrastro desde hace años y que está inspirado en los altares de estilo mexicano. En los míos, ensalzo aquello que me gusta o lo que me hace la vida más fácil. Es un tema friki, pero a la gente le encanta porque tiene color y luz». De hecho, reconoce que, en general, su obra se caracteriza por transmitir alegría, locura e ironía.

Comienzos difíciles

Un rincón de su estudio lo tiene en estos momentos dedicado a las mujeres: «Las hice en distintas posturas y desempeñando trabajos diversos, sobre todo aquellos más vinculados a los hombres, con el fin de tratar de romper estereotipos». Desde su pequeño local, tratar de contarle al mundo lo que siente y de ganarse la vida como artista, algo que es más complicado: «Es muy difícil abrirse camino porque no estamos educados para la cultura del arte. Yo no vendo pan ni ningún otro artículo de primera necesidad, pero sí que ofrezco obras de arte a precios asequibles».

Desde Noia, Mariana Razzetti trata de contagiar esa pasión que siente por el colaje impartiendo talleres dirigidos al público adulto: «Además de ser una actividad artística, las sesiones funcionan como una especie de terapia, porque la gente tiene ganas de juntarse, de hacer actividades en compañía».

Aunque su vida gira ahora en torno al colaje, esta nueva noiesa no ha abandonado su otra profesión: el diseño de vestuario para teatro, cine y televisión. La lista de producciones en las que ha participado es inmensa. De ella, destaca La voz humana, de Pedro Almodóvar, porque le brindó la oportunidad de trabajar con ropa de alta costura y de conocer a la actriz Tilda Swinton. También alude a lo divertida que fue la experiencia retocando las vestimentas de los personajes del musical El Rey León, del que formó parte durante un año.

Incluso puede presumir de haber conseguido un Mestre Mateo, puesto que trabajó como ayudante de vestuario en el equipo de Lobos sucios que logró la preciada estatuilla en el 2016. Algunas de las prendas empleadas en Padre Casares, A vida por diante y Élite también pasaron por las manos de Mariana Razzetti. Confiesa que no ha abandonado este mundo y en otoño viajará a Extremadura para un rodaje, pero se ha vuelto selectiva para poder dedicarle tiempo al proyecto que ha emprendido en Noia.