Pontenafonso pide justicia tras 70 años de afrenta: «O cruceiro do Tapal é noso»

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

Los vecinos de Outes reclaman que les devuelvan la pieza, que ya documentó Castelao en «As cruces de pedra na Galiza»

06 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos del lado outiense de Pontenafonso han decidido que ha llegado el momento de poner las cosas en su sitio y acabar con una afrenta que dura ya cerca de 70 años. «Que devolvan o noso cruceiro que está no Tapal de Noia e é da Ponte», reivindica un cartel colocado en las vallas que cortan el paso por el viaducto medieval en obras. Y así, como quien no quiere la cosa, han destapado la historia de una apropiación desconocida por muchos.

No así por los residentes en el lugar de A Ponte: «Aquí todos os que teñen máis de 50 anos saben o conto», relataba un vecino, que aclaraba que el cruceiro en cuestión, que muchos creerían que ha estado siempre frente a la iglesia de San Martiño de Noia, «estaba ao pasar a ponte á esquerda. Hai máis de 60 anos que o levaron para Noia».

Los vecinos a los que se pregunta por el asunto discrepan sobre cuánto tiempo hace que la pieza abandonó la orilla del río Tambre para ocupar un lugar privilegiado en la plaza de O Tapal, y discuten si fue a principios de los 70, en los 60 o antes incluso de la Guerra Civil. La versión que sí tienen clara todos es quién era el alcalde que decidió trasladar la cruz: «Foi Blanco Ons, o cruceiro estaba na banda de alá tirado nunha finca e levouno para Noia».

Es más, alguno esgrime documentación histórica que alude a la presencia de la cruz al lado del puente y que habla de un mito en torno a él: «La leyenda va más allá al decirnos que el don Alonso del puente —de quien se supone que provendría el topónimo de Pontenafonso— se mandó enterrar bajo el cruceiro que se sitúa a la entrada, en la margen izquierda del Tambre».

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Cartel protesta

Llegados a este punto, los residentes señalan a uno de los cabecillas del movimiento que reclama la devolución del cruceiro al lugar de A Ponte. Es Francisco Vázquez, quien explica que ya había hablado en alguna ocasión con su grupo de amigos de reivindicar este monumento y ahora lo han llevado a la práctica: «Decidimos facer unha protesta colocando o letreiro para que saiba a xente que o cruceiro era da Ponte».

Añade también referencias históricas que hablan de la existencia del cruceiro junto al viaducto, entre ellas el libro As cruces de pedra na Galiza, donde, efectivamente, Castelao cita entre los monumentos más antiguos de Galicia «os dous de Noia, un na Pontenafonso e o outro no cemiterio».

Vázquez explica que ya Castelao hablaba de que el cruceiro no estaba en pie y se almacenaba en una casa de la zona, pero asegura que él vio una imagen posterior en la que este se erigía «no quinto arco da ponte, vindo de Noia cara Outes». De hecho, en base a esta instantánea, en su casa tiene una réplica del viaducto grabada en piedra en la que puede verse una cruz entre el cuarto y el quinto arco. «Despois sacárono de alí e estivo na casa de Isaac, e foi cando o levaron para O Tapal».

Atendiendo al testimonio de los vecinos, de eso hace unos 70 años puesto que, aunque quienes conocen la historia no se ponen de acuerdo en las fechas, Blanco Ons, a quien atribuyen la decisión del traslado, fue alcalde de Noia hasta 1955.

Fuera cuando fuera, y aunque hayan transcurrido varias décadas, los vecinos de Pontenafonso no olvidan: «O cruceiro é noso e queremos que se saiba».