El Noia, en problemas tras toparse con el Viveiro y el colegiado (1-2)

Dice el refranero que «a perro flaco todo son pulgas». Lo padece la plantilla de un Noia que vio en el minuto 92 como cosechaba otra derrota contra un rival directo. Los del Julio Mato Matito todavía se preguntan qué vio el trencilla Oliveira Dios para señalar penalti de Brais. De poco valieron las quejas, no hubo marcha atrás. Julián, el mejor del Viveiro durante todo el choque, no se inmutó y envió el cuero a la red. 1-2. El Noia, que con este suma ocho partidos sin ganar, se mete en serios problemas.

Y eso que los de Iván Carril jugaron un primer tiempo bastante bueno. A pesar de las necesidades de ambas escuadras, sumidas en la lucha por la salvación, el Noia no especuló. Buscó crecer y crear superioridades a través del balón. Raseando el cuero, le faltó colmillo, pero sobre todo último pase. Con dominio alterno, fue Mario Prol el que puso más cabeza al ataque, aunque no logró conectar con un Sayés que se peleaba con la zaga rival.

El 1-0 llegó de la mano de Angelo, que aprovechó un córner para cabecear el cuero a la red. Impecable. Con Fedello atajando las intentonas de un Viveiro que tampoco se achicó, el primer tiempo terminó con la lesión de un Mario Prol al que el Noia echó de menos en la segunda parte.

Debilidad

La ventaja que tardó 37 minutos en lograr se esfumó nada más regresar al césped. Tímido en defensa, el Noia pagó su falta de intensidad con un centro desde la banda de Isi, que Diogo no salió a tapar, y que Nico remató solo en el área para desconcierto de toda la zaga local.

A partir de ahí, el choque se convirtió en un toma y daca, en una guerrilla que ninguno de los dos equipos logró dominar. Cuando todo apuntaba a un empate que tampoco contentaba a nadie, Jaime apuntilló al Noia en el descuento. Sin tiempo para más, los de Iván Carril siguen sin ganar.

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