El baldaquino de Santa María A Nova tiene un gemelo en miniatura, obra de dos noieses

María Xosé Blanco Giráldez
M. x. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

cedida

Xosé Manuel Santiago y Manuel Ces son los artífices de la réplica

24 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El cementerio de Santa María A Nova encierra, entre sus numerosos tesoros, un baldaquino -un templete formado por cuatro columnas que sostienen una cúpula-, datado en el siglo XVI. Esta importante pieza tiene, gracias a la paciencia y el tesón de dos vecinos de la localidad, Xosé Manuel Santiago y Manuel Ces, un hermano gemelo en miniatura. Ambos dedicaron los seis últimos meses a darle forma a una réplica del monumento religioso, que durante este verano permanecerá a disposición del público en el interior de la iglesia, sirviendo así de complemento a la importante colección de laudas gremiales.

La importancia del templete de Santa María A Nova, también conocido como el baldaquino del Cristo del Milladoiro, radica, tanto en su composición como en la historia que encierra, aspectos a los que se suma el hecho de que es, junto con otro existente en Baiona, el único elemento de estas características que se sitúa en el exterior. El resto se encuentran dentro de las iglesias, pues se supone que servían para oficiar misas.

Dos relieves

En el caso del monumento de Noia, se desconoce si en el pasado estuvo dentro del templo y fue después trasladado al exterior. Tampoco se conoce su función en el cementerio, aunque todo apunta a que servía para dedicarle la última oración a los muertos antes de su entierro en el camposanto. El conjunto está formado por cuatro pilares con dos relieves fundamentales: una escena de caza, que alude al pecado y a la necesidad del hombre de vencerlo para morir pacíficamente, y dos caras con dos manos sosteniendo libros.

En su maqueta a escala realizada en madera, Xosé Manuel Santiago y Manuel Ces reinterpretan en parte el monumento. Le añaden color a la estructura y también introducen cambios en los relieves.