«Había ansias de estar en contacto con outra xente, ganas de festa rachada»

María Xosé Blanco Giráldez
M. x. Blanco RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

Unas 800 personas disfrutaron en Noia de la primera verbena de la era covid

20 jun 2021 . Actualizado a las 19:56 h.

Cuando se enteró de la celebración, en su tierra, de una de las seis experiencias piloto ideadas por la Xunta de Galicia en el marco del proceso de vuelta a la normalidad del sector de las orquestas, la noiesa Olga García Martínez no se lo pensó dos veces. Se inscribió junto a su hermana y un par de amigas, con las que ayer ocupaba uno de los 250 cuadrados que fueron dibujados sobre el pavimento de la explanada de Labarta, donde unas 800 personas disfrutaron de la primera verbena de Barbanza de la era covid. «Había ansias de estar en contacto con outra xente, ganas de festa rachada», confesaba.

Olga García acudió al recinto para cantar y bailar, convencida de que la verbena era segura: «Vimos con toda a tranquilidade, porque as catro estamos vacinadas, pero tamén porque consideramos que as medidas adoptadas son axeitadas, pois hai separación entre os grupos e non se pode comer, beber ou fumar». Mientras sonaban los primeros acordes de Costa Dorada, tras el disparo de las imprescindibles bombas, se mostraba confiada sobre el inminente regreso de las verbenas: «Penso que si irá volvendo a normalidade tamén nas festas, a min gustaríame, sobre todo por volver a relacionarme coa xente».

También Fran Oviedo, otro de los afortunados que tuvieron ocasión de ser testigos del regreso de las verbenas a Galicia, se mostraba encantado: «Botábase moito de menos, porque unha festa crea ambiente nun pobo. Tamén había ganas de volver a relacionarse coa xente, pois moitos, por medo, case nin saían da casa». El noiés reconocía que el factor diversión también jugó un papel importante a la hora de inscribirse con su mujer y su grupo de amigos para estar anoche en Labarta: «Un está toda a semana traballando e claro que facía falla volver a bailar».

Punto de partida

Oviedo aplaudía la celebración de la experiencia piloto: «Está ben para que a xente vexa que este tipo de actividades se poden celebrar de forma segura, cun protocolo axeitado». Él, al igual que otros barbanzanos amantes de las orquestas, confía en que la actuación que ayer ofreció Costa Dorada marque el arranque de una agenda estival a la que regresen las verbenas: «Gustaríame que todo este mundo se empezara a mover de novo, que volveran as festas de antes».

Fran Oviedo, Olga García y todos los que ayer se dieron cita en la explanada de Labarta fueron tomando posiciones de forma ordenada, a través de los dos accesos habilitados, al son de la conocida canción infantil El baile del cuadrado, que invita, precisamente, a saltar, girar y bailar siempre dentro de las marcas establecidas. Y eso fue lo que hicieron durante las dos horas durante las que se prolongó el variado repertorio que ofrecieron los integrantes de Costa Dorada.

Un dispositivo formado por medio centenar de personas se encargó tanto de velar por el cumplimiento de las normas como de resolver dudas en una noche llamada a marcar un antes y un después en las fiestas gallegas de la era covid.

Organizadores de fiestas entre el público para copiar el modelo

No solo amantes de las verbenas ansiosos de volver a bailar al ritmo de un variado repertorio de temas se sumaron al proyecto piloto llevado a cabo en Noia. Entre quienes tomaron posiciones en la explanada de Labarta había también algún que otro miembro de comisiones de fiestas dispuesto a analizar la posibilidad de trasladar el modelo a su pueblo. «Sabemos que non vai poder ser como antes, ca xente amoreada diante do palco, pero si cremos que se pode ir recuperando a verbena», comentaba Anxo Moledo, responsable del equipo organizador de los festejos de Portosín.

Esta comisión tiene en mente contar con orquestas para las fiestas que tendrán lugar a mediados de agosto y envió representantes a Noia para ver in situ las posibilidades que se abren: «Queremos ver o resultado, porque estamos pensando nunha zona mixta, con parte do público sentado e outra de pé. Sitio non nos falta, temos o peirao».

Los de Portosín tomaron en Noia nota de los detalles vinculados a la organización, que consideraron factible trasladar a su localidad. Ahora les falta una parte importante, la económica. «O que nos preocupa é o incremento que pode supoñer todo isto na factura, que é o que agora temos que estudar», apuntó Moledo. Ganas de compensar el confinamiento con una buena verbena no les faltan.