El primer presupuesto de Noia en tres años se aprobó sobre la bocina

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez NOIA / LA VOZ

NOIA

Visita. Natalia Prieto, directora xeral de Administración Local, visitó ayer Noia para ver las mejoras en el parque infantil de Labarta, donde la Xunta invirtió 28.000 euros, y tratar algunas de las inversiones previstas para el 2021 que cuentan con financiación autonómica
Visita. Natalia Prieto, directora xeral de Administración Local, visitó ayer Noia para ver las mejoras en el parque infantil de Labarta, donde la Xunta invirtió 28.000 euros, y tratar algunas de las inversiones previstas para el 2021 que cuentan con financiación autonómica CEDIDA

Faltaban unos minutos para la medianoche cuando concluyó el debate de las cuentas, salpicado por el intercambio de reproches

01 may 2021 . Actualizado a las 18:56 h.

El pleno no había hecho más que empezar y se mascaba la tragedia. El presupuesto del 2021 era el primer asunto del orden del día y, pasadas las 21.00 y con tres horas por delante para el debate, comenzaba a cobrar forma la sospecha de que se agotaría el tiempo de la sesión sin que ni siquiera diera margen a votar la aprobación de las cuentas. No fue así, por los pelos. Los ediles levantaron el brazo para dar el visto bueno al proyecto económico del gobierno de Noia a las 23.56.

No hubo sorpresas, los primeros presupuestos en tres años salieron adelante con los votos del gobierno formado por PP y NOIA, pero las casi tres horas invertidas dieron para mucho: la surrealista discusión entre el portavoz de la Marea y el alcalde sobre si procedía o no debatir y votar una por una las diez enmiendas que la formación de Manuel Seijas presentó a las cuentas en el último momento; las dudas sobre la posible nulidad del acuerdo en caso de que esas propuestas fueran aprobadas -no lo fueron- sin los preceptivos informes de los servicios técnicos; la petición de dejar el proyecto sobre la mesa; las críticas al gobierno local por su falta de diálogo; las repetidas alusiones al exalcalde García Guerrero, muy presente en el debate pese a hacer casi seis años de su marcha; las llamadas a la coherencia política; y hasta el enfado del portavoz del BNG, siempre comedido en sus intervenciones, por las interrupciones del regidor.

Fue un debate intenso, pero costó, mucho, entrar en materia. Transcurridos 45 minutos del inicio de la sesión seguía el rifirrafe sobre si tenían cabida las enmiendas de la Marea y la secretaria pidió un receso para analizar una situación que no prevé el reglamento municipal. Finalmente, el alcalde, Santiago Freire, cedió y las diez propuestas se votaron por separado tras un debate previo, así que pasaban ya de las 22.40 cuando, al fin, se empezó a hablar de los presupuestos.

Los argumentos

El nacionalista Ricardo Suárez calificó de «inconcebible» que un gobierno con mayoría absoluta llevase sin presupuesto desde el 2018, aunque aplaudió las inversiones en saneamiento, en contraposición con el «desleixo» por parte de la Xunta en este sentido. Pero votó en contra ante la nula intención de diálogo por parte del gobierno local para acordar el proyecto.

El portavoz del NOIA, José Pérez, echó la vista a mandatos anteriores para replicar al BNG y cuestionó su posicionamiento asegurando que con su voto mostraba su rechazo a inversiones importantes para el municipio, algunas incluso propuestas por el propio Bloque. Y enfatizó que Noia «necesita uns orzamentos» y retrasarlos solo conseguiría perjudicar a los vecinos.

La siguiente intervención fue la de Manuel Seijas, que reprochó al ejecutivo su incapacidad para aprobar los presupuestos en el 2019 y el 2020, «e hoxe preséntannos os peores orzamentos posibles, porque non solucionan problemas senón que os crean». Puso el acento, entre otras cuestiones, en la elevada dependencia de las inversiones procedentes de otras Administraciones.

Roberto Iglesias, portavoz del PSOE, recordó la mano que tendieron ya el año pasado al gobierno para que contara con su grupo «para sacar adiante o mellor orzamento posible, pero non lles interesou sentar con nós». Criticó la falta de medias para favorecer la conciliación y aseguró que los presupuestos solo buscan «vender, porque vostedes son os reis do márketing, son capaces de vender o mesmo cinco veces».

Por parte del PP tomó la palabra Julio Bustelo, que se felicitó por que «por fin» habían llegado a pleno las cuentas. El portavoz popular destacó las inversiones previstas, «que tocan todos os paus», desde la rehabilitación de la plaza de abastos hasta el refuerzo de las partidas de emergencia social, antes de recordar el «ninguneo» que sufrió su grupo cuando estaba en la oposición y apuntar que se entregó un borrador del proyecto económico a los demás partidos hace un mes.

El alcalde, Santiago Freire, insistió en esto, rechazó las críticas a la falta de diálogo y también se acordó de gobiernos anteriores «que en oito anos só aprobaron dous orzamentos, nós en cinco levamos tres». Finalizó con una breve alusión a los 1,4 millones de remanente que permitirán hacer frente a gastos e inversiones y reforzar las ayudas nominativas a entidades sociales y deportivas.

En resumen, el pleno se desarrolló sobre lo previsto: cruces de reproches y el recurrente «y tú más» sin profundizar demasiado en la cuestión, que era ni más ni menos que los presupuestos municipales. Y es que tres horas dan para mucho, o para muy poco.