Desayuno por un euro y menú del día por cinco a domicilio, así afronta el cierre un hostelero noiés

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

Goretti Seoane y Pedro Creo, A Xoca
Goretti Seoane y Pedro Creo, A Xoca Marcos Creo

El dueño del asador A Xoca explica que busca dar salida al estocaje de productos

28 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión del cierre forzoso de la hostelería ha pillado al dueño del restaurante A Xoca de Noia, Pedro Creo, con las cámaras de su cocina bien surtidas de provisiones. Afirma que adquirió víveres el pasado viernes porque, entre la amplia terraza de su local y los pedidos para llevar, «o menú do día e as encargas estaban funcionando moi ben. O sábado debemos preparar unhas 60. Teño unha gran cantidade de compra á que debo darlle saída». Ahora que los clientes no pueden comer en el exterior de su local, el empresario es consciente de que los pedidos van a reducirse de forma considerable.

Lejos de hundirse ante la perspectiva de, como poco, tres semanas de actividad bajo mínimos, Pedro Creo ha decidido echar el resto. Pensando en que «nós xa estamos mal, e hai outros para os que a situación tamén vai costa arriba», ha decidido optar por el bajo coste.

Por un euro, y servido gratuitamente a domicilio o en el puesto de trabajo, el establecimiento proporciona un desayuno compuesto por café, un pequeño zumo de naranja y una pieza de bollería. Eso sí, el reparto no excede los límites del municipio de Noia. Como cabía esperar, el éxito ha sido fulgurante. Comenta Pedro Creo que entre las 8.45 y las 11.30 horas de ayer repartió nada menos que 42 desayunos.

Reconoce que su oferta le sale a deber, pero con un optimismo inusitado dada la difícil situación por la que atraviesa la hostelería desde la irrupción del covid, el noiés apunta: «Houbo xente que me encargou zume a maiores e tamén bolaría».

Dos platos a elegir

El empresario también tiene una propuesta de bajo coste para el menú del día: cinco euros y transporte gratuito. En la jornada de ayer podía elegirse entre un potaje de habas casero o una milanesa con patatas y ensalada.

No le faltaron los pedidos y Pedro Creo da el trabajo por bien invertido: «Un dos clientes encargoume un arroz con lumbrigante para o venres e tamén me fixeron pedidos de churrasco. Xa ves, isto é unha cadea e dunha cousa sacas outra».

Además de los desayunos y los menús de bajo coste, en el restaurante continúan preparando para llevar a casa o recoger en el local los productos de su carta. La demanda va llegando, pero a cuentagotas y, como reconoce Pedro Creo, «non vai ser igual que cando podiamos traballar a terraza».

Pese a que este empresario de Noia intenta afrontar sin derrumbarse lo que está ocurriendo, la incertidumbre también le pasa factura. Pensando en lo que le queda por delante, indica: «A ver se en tres semanas podemos abrir e como».

Hasta ahora ha sorteado como ha podido las dificultades derivadas del coronavirus, aunque las restricciones de actividad le han forzado a prescindir de parte de la plantilla: «Somos seis persoas e a dúas tívenas que poñer en ERTE a raíz do decreto de peche». Ahora están cuatro y confía en poder aguantar «ata ver se a situación vai mellorando».

En cuanto a la oferta de los desayunos por un euro y el plato del menú del día por cinco, Pedro Creo espera mantenerla durante las próximas semanas. Asegura que «este é un momento complicado no que temos que axudarnos uns aos outros. Hai moita xente que leva tempo no paro debido á pandemia». Subraya que el comercio también atraviesa por un importante bache debido a la caída en las ventas y, ahora, el cierre a las seis de la tarde.

El hostelero está dispuesto a aportar su grano de arena «para que todo sexa un pouco máis doado, dentro da difícil situación na que estamos vivindo». Es consciente de que en su sector no habrá carnavales este año y, casi con toda seguridad, la Semana Santa está comprometida.

Sin embargo, confía en que pueda empezar a recuperarse la normalidad en verano. Mientras tanto, Creo pone ruedas a sus desayunos y comidas de bajo coste. Todo ello sin dejar de lado su carta de productos.

Mientras tanto, seguirá ideando fórmulas de mantener en marcha su establecimiento y conservar e, incluso, incrementar la clientela para cuando la pandemia permita al sector regresar al 100 %.