El básquet regresa al Alonso Rodríguez

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

El Noia Portus Apostoli femenino apuesta por ascender a Primera Gallega, aunque sea con mascarilla

19 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Para el canciller Otto Von Bismarck la vida era «como visitar al dentista. Se piensa siempre que lo peor está por venir, cuando en realidad ya ha pasado». Al Noia Portus Apostoli femenino le ha ocurrido algo similar. Creyeron que no volverían a pisar el Alonso Rodríguez, pero lo cierto es que hoy, a las 17.00 horas, disputará su segundo partido de la temporada. «Estábamos desesperados porque no veíamos la luz al final del túnel. Jugaremos solo contra equipos de la zona de Santiago. Muchos se han dado de baja», explica Mon López, técnico de equipo y director deportivo del Baloncesto Noia: «Toca jugar con mascarilla y cumplir todos los protocolos. Al principio nos dio un poco de miedo, pero ahora ni se enteran».

Iria Farré es una de los jugadoras que defenderá los colores noieses. Reconoce que no llevaron bien el parón: «Son muchos años teniendo varias sesiones de entrenamiento a la semana y pasar a la nada absoluta fue difícil. Intentamos hacer ejercicio en casa. No podemos quejarnos, dentro de lo que cabe somos afortunadas en esta situación, pudiendo entrenar y ahora competir. Que al final nos permite vernos y disfrutar del deporte».

El objetivo en esta incierta temporada será el mismo que el curso anterior: ascender a Primera División Autonómica. Tuvieron la oportunidad de hacerlo en los despachos, pero «decidimos mejorar el juego en equipo e intentar ascender esta temporada por méritos propios. Esperamos darlo todo para conseguir los objetivos y subir al equipo», afirma una Farré que se muestra encantada con el sentir del vestuario: «Es como una familia. Tuvimos nuevas incorporaciones este año, pero enseguida se adaptaron. Hay muy buen ambiente tanto dentro como fuera de la pista».

Es Mon quien explica el cambio generacional que se vivió en este Noia Portus Apostoli: «Hemos recuperado a jugadoras que estuvieron en el club, pero también hemos perdido a otras por diferentes motivos. Andrea Bugallo, la más veterana, dejó de jugar y era nuestra referencia, muy buena. También se marchó Carmen Fernández, que terminó la carrera y empezó a trabajar. Pero toca adaptarse».

Los fichajes

Al conjunto llegó sabia nueva como Sara Domínguez y Sara Padín, así como Lidia Pinto y Ainhoa Errotaberea: «Después desde la cantera también subió Antía Arufe que, aunque aún es júnior, ya está jugando con las sénior». Sobre el plan de trabajo, el técnico reconoce que «en el club estamos readaptando todo, queremos consolidar una idea de juego común para que todos los jugadores dominen los conceptos básicos. Queremos mucho movimiento, jugar por conceptos, escapar un poco de juego dirigido, darles más libertad y creatividad a las jugadoras. Creemos que es mejor para que se desarrollen. La formación es el emblema del club».

Otro de los pilares del Baloncesto Noia es apostar por el talento de casa. No siempre es posible, claro, pero explican que esa es la filosofía que debe imperar: «En el conjunto sénior femenino es así. La base es de Noia, tenemos una chica de Rianxo, dos de Santiago y tres de Pontevedra. Pero la base es un equipo nuestro, que lleva en el equipo toda la vida. Queremos ser una referencia para cualquiera que quiera jugar en Barbanza. Si no tienen posibilidad de disfrutar del baloncesto en su localidad, con nosotros tienen las puertas abiertas».

El protocolo

Tanto Farré como López reconocen que toca adaptarse al protocolo, al olor a gel hidroalcohólico y a la mascarilla. Sí, tanto en los entrenamientos como en los partidos. «Se adaptaron a la perfección. Parecía que sería imposible, pero lo consiguieron», explica el técnico del equipo.

Al final, lo importante era sentir el balón en la palma de la mano y la tensión competitiva en el cuerpo. Como el dentista de Von Bismarck, lo peor ya ha pasado.