Memoria y gimnasia para compensar el confinamiento

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez NOIA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

Servizos Sociais de Noia ha puesto en marcha un programa de estimulación cognitiva a domicilio dirigido a los mayores

05 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en el pasado mes de marzo comenzó la pesadilla del coronavirus y el consecuente confinamiento de la población, muchos especialistas ya alertaron de los estragos que la falta de movilidad y de relaciones podían causar en las personas mayores. No erraron en sus predicciones, pero a grandes males siempre hay grandes remedios, o al menos alguien dispuesto a buscarlos, y eso es lo que ha hecho la Concejalía de Servizos Sociais de Noia, que dirige Marisol Villar. El peligro de los contagios, sobre todo entre un colectivo especialmente vulnerable, mantiene en suspenso los talleres de estimulación cognitiva que se venían celebrando, así que lo que se ha hecho es llevarlos a la seguridad del hogar, de manera que muchos vecinos se benefician ya de talleres de memoria y clases de gimnasia de mantenimiento.

Villar, que cuando presentó el programa explicó que el objetivo es dar continuidad a los talleres de estimulación física y mental que se vieron interrumpidos por el covid, señaló que la propuesta ha tenido una gran acogida por parte de los usuarios, que coparon las plazas disponibles. Desde hace unas semanas, las personas inscritas reciben la visita, dos días a la semana, de una terapeuta ocupacional.

Mantener la autonomía

Estefanía Martínez es la encargada de prestar este servicio y resume su función: «Facemos actividades cun fin terapéutico que pretende manter a saúde das persoas e fomentar a súa autonomía». El proyecto impulsado desde Servizos Sociais nace como respuesta a los efectos negativos que el covid tiene en las personas mayores: «Trátase de darlles a posibilidade de que se manteñan activas no seu día a día. Co covid os maiores están máis illados, a maioría deixaron de facer actividades que para eles e para a súa autonomía eran importantes, como ir dar un paseo, tomar un café con alguén ou ir á compra. Hai moito medo a saír e están máis encerrados nas casas, e iso afecta ás súas relacións sociais e á súa mobilidade».

De hecho, en algunos casos el trabajo de Estefanía consiste, más que en preparar ejercicios físicos o para entrenar la mente, la atención, la memoria o el lenguaje, en estimular a los mayores para salir un poco: «Hai moito medo, prefiren quedar na casa, e iso afecta moitísimo á súa saúde e á súa funcionalidade».

Pilar y José Manuel muestran algunos de los ejercicios que la terapeuta les deja como deberes para que se mantengan activos
Pilar y José Manuel muestran algunos de los ejercicios que la terapeuta les deja como deberes para que se mantengan activos MARCOS CREO

«Eu prefiro na casa; como están as cousas non se pode saír moito»

De entrada, el servicio de estimulación cognitiva puesto en marcha por la concejalía de Servizos Sociais de Noia parece una buena idea, pero cuando se habla con personas como Pilar se llega a la clara conclusión de que para muchos mayores este tipo de iniciativas son mucho más que una forma de entretenerse. Ella y su marido, José Manuel, son usuarios y están encantados: «Estamos moi contentos. Ao meu home déralle un ictus e quedoulle algunha secuela, e a min tamén me vén ben».

Ambos acudían a los talleres de memoria que impartía el Concello, pero a Pilar la alternativa que les ofrecen le parece incluso mejor: «Agora non temos escola porque co covid non se poden ter reunións, pero eu xa prefiro na casa; como están as cousas non se pode saír moito». Lo dice sobre todo por su marido, que tiene dificultades de movilidad y problemas respiratorios que lo hacen especialmente vulnerable al virus: «Xa este ano sen saír da casa colleu principios de neumonía, e hai que coidarse moito. Eu estou encantada, e Estefanía, a rapaza que nos pon a traballar, é unha marabilla, oxalá durara moito este servizo».

Después de una vida de trabajo en la hostelería al frente del mítico Kukía, Pilar y José Manuel disfrutaban de la merecida jubilación hasta que él sufrió el ictus: «Estabamos os dous coma reloxos, viaxabamos, colliamos o coche e marchabamos por aí, iamos ver aos fillos e ás netas... E agora acabóusenos», lamenta Pilar, que recuerda que su marido era «un todoterreno».

Ahora, por su delicada salud, están más limitados en sus desplazamientos, pero ellos se esfuerzan por mantenerse activos, para eso reciben la visita de Estefanía dos veces por semana: «Facemos exercicios de brazos, ponnos traballos e tamén nos deixa deberes para que os fagamos. Estamos moi contentos».