Las primeras pachangas del Noia tras siete meses

s. Gómez

NOIA

MARCOS CREO

Prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles, cadetes y juveniles pudieron vestirse de corto tras enfundarse las botas y la mascarilla

18 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En Noia había ganas de que el fútbol regresara al césped. Aún así hubo que esperar siete meses para que el esférico rodease y para que el campo de San Lázaro acogiera las primeras pachangas con protocolo covid de la zona. Todas los jugadores, prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles, cadetes y juveniles pudieron vestirse de corto, enfundarse las botas, la mascarilla y volver a batallar por enviar el balón a la red. El esférico, abandonado durante meses, volvió a sonreír.

«Creo que ha salido todo a la perfección. Los chavales se lo pasaron en grande. Hacía falta esto. Es un entrenamiento, pero con una pizca de competición», apunta José Luis Botana, presidente del Noia, conjunto que ha creado una liga privada entre los diferentes equipos de su cantera.

A lo largo de las próximos semanas, y hasta que la federación ponga en marcha las ligas oficiales (si es que lo hace), los jugadores del Julio Mato Matito acudirán cada sábado al campo de fútbol para disputar un encuentro con los rivales de su misma edad. «Queríamos que volvieran a sentirse jugadores. Asumieron perfectamente que tenían que jugar con mascarilla. Tienen los protocolos muy interiorizados».

Obligados a cubrirse la boca, la dirección deportiva ha diseñado unas modificaciones en las reglas del juego para que los chavales puedan descansar entre esfuerzo y esfuerzo. «Hay cambios corridos, los partidos se dividen en cuatro tiempos para que puedan beber. Ahora habrá que ver cuándo llegue la lluvia, pero estamos contentos».

El equipo sénior

Lo que sigue repleto de incógnitas es qué ocurrirá con el conjunto sénior. Aunque desde el club afirmaron que empezarían a entrenar este lunes, los equipos de Preferente y la federación siguen sin ponerse de acuerdo.

«La mayor duda que hay es cómo asumir los costes que acarrea el protocolo. La situación económica es complicada y la capacidad de ingresar se va a ver resentida. Veremos que ocurre con el arranque de la liga en Tercera División. Eso va a marcar el camino al resto de categorías», afirma Botana, cuyo club por lo menos ha conseguido que el balón volviera a rodar. Aunque fuera siete meses después y con mascarilla de por medio.