«Esta campaña gañamos case tres veces menos que o ano pasado»

NOIA

marcos creo

Los mariscadores de Noia se quejan de la espectacular caída de ingresos

24 sep 2020 . Actualizado a las 21:26 h.

No corren buenos tiempos para el sector marisquero de Noia. La pasada semana comenzó una de las campañas más inciertas de los últimos años debido a la pandemia. El consumo no despega y el bivalvo ha sufrido un importante retroceso debido al descenso de la demanda. Unos 1.500 profesionales salen a faenar todos los días en la ría de Muros-Noia y muchos de ellos regresan a tierra con una sensación extraña, «con impotencia, rabia e desesperados», apuntaba la presidenta del colectivo de a pie, Marisol Amado.

La caída de los ingresos es su mayor preocupación. La portavoz de este grupo de mariscadores destacó que la situación es bastante complicada debido a los bajos precios del marisco y también porque el tamaño no es como en ediciones anteriores. Marisol Amado reconoció: «Estámolo a pasar mal, xa que esta campaña gañamos case tres veces menos que o ano pasado».

Para explicar esta situación hay que recordar que desde la cofradía bajaron los topes de berberecho a cada mariscador para el arranque de la recogida. Así, los de a flote pasaron de 30 a 20 kilos. El colectivo de a pie este año tiene permiso para sacar del agua 13 kilos de esta especie, siete menos que hace 12 meses.

Además de este recorte, Amado destacó que las cotizaciones cayeron de forma considerable por la situación que está atravesando el país a causa de la pandemia, porque apenas hay demanda y porque el bivalvo es más pequeño. La portavoz de las productoras afirmó que esta situación les preocupa: «Sentímonos impotentes ante esta situación porque os topes non os podemos baixar máis. O único que podemos facer é esperar a que o marisco engorde», subrayó.

Más pequeño

La caída de ingresos también mantiene en jaque a los responsables de la cofradía San Bartolomeu de Noia. Un portavoz de la entidad indicó que los precios son inferiores a la pasada campaña y, el berberecho «tampouco está nas mesmas condicións. É máis pequeno e o prezo está sendo moi baixo».

Los productores han notado en sus bolsillos un importante descenso de los ingresos «pero temos que adaptarnos ao que hai pois coa pandemia nada está sendo doado. Ninguén quere esta situación e aínda por riba coincidiu que o marisco non é tan bo coma en edicións anteriores».

Desde la entidad comentaron que las conserveras se están llevando la mayor parte del berberecho. «Están a comprar o que lle fai falla, pero non tanto coma en outras ocasións xa que esta conserva non ten tanta saída porque é máis cara. Aínda así, o martes estiveron comprando seis fábricas, polo que demanda temos», subrayaron las mismas fuentes.

Los resultados de las últimas tres campañas han sido espectaculares y se han batido récords en facturación «pero agora a situación cambiou; aínda así, temos uns prezos moi similares aos de hai tres anos», reconocieron desde el pósito noiés. En este sentido, destacaron que hubo algunos años, como en el 2016, en los que el berberecho más caro se pagó a casi 14 euros, y el pasado martes llegó a alcanzar los 16 euros el kilo.

Cambio de actividad

Esta caída en el volumen de ingresos también se ha trasladado al sector de a flote, lo que provocó que algunos mariscadores decidieran cambiar de actividad.

El patrón mayor de Porto do Son, Emilio Queiruga, dijo que de la localidad había siete barcos que comenzaron la campaña de Noia pero «despois da primeira semana, xa o deixamos e cambiamos para a navalla, pois estase a pagar mellor e é un marisco máis rendible».

Alejandro Lojo: «Estamos pensando en cambiar de arte de pesca e meter as nasas a bordo»

El mariscador Alejandro Lojo Fernández lleva más de 30 años faenando en los bancos naturales de la ría de Muros-Noia. El profesional reconoce que nunca había vivido una campaña tan horrible como la actual. El trabajador comentó que en los últimos días «xa non collemos os topes. Onte, entre os dous que íamos na lancha, fixemos 18 quilos, cando o máximo está en 40», dijo.

Fernández critica que no les dejen coger más almeja japónica «porque están as praias cheas e sería un bo complemento». Admite, no obstante, que en los últimos días el pósito aumentó dos kilos el cupo a cada uno, de tres a cinco. «O ano pasado fixemos moitos cartos, pero agora estaremos nos 80 euros ao día, e deles hai que descontar os gastos», señala. Esta situación puede variar su trabajo: «Estamos pensando cambiar de arte de pesca, meter as nasas a bordo e dedicarnos a outra cousa. Así non aguantaremos moito».