El viento del nordeste convierte los montes barbanzanos en un polvorín

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

Las policías locales intensifican sus patrullas para tratar de prevenir los incendios

08 sep 2020 . Actualizado a las 10:18 h.

El viento del nordeste es el peor enemigo de los equipos de extinción de incendios, y las fuertes rachas registradas en las últimas jornadas, junto con las altas temperaturas, han convertido los montes barbanzanos en un polvorín. De hecho, prácticamente toda la comarca se encuentra en riesgo extremo de fuegos forestales, según el índice de Medio Rural a día de ayer, y donde no es extremo, el peligro es muy alto. Así que los medios de lucha contra el fuego están muy atentos a lo que pasa, sobre todo en los puntos más conflictivos. Y no solo ellos, también las policías locales se echan al monte estos días para tratar de prevenir la aparición de focos.

Esta labor de vigilancia en los montes la realizan los agentes municipales durante todo el verano, pero, tras un agosto tranquilo en cuanto a incendios gracias en buena medida a las condiciones meteorológicas, con el inicio de septiembre se ha reforzado, sobre todo desde que comenzó a soplar el viento del nordeste. Carnota es uno de los municipios en los que se realizan patrullas medioambientales desde hace años, una tarea que incide en los lugares más sensibles. En toda la comarca existen una serie de puntos calientes, zonas en las que los fuegos forestales son recurrentes y donde se extrema la vigilancia. «Usamos un todoterreo de Protección Civil para a vixilancia. Percorremos a senda verde, a zona onde comezara o gran incendio do Pindo no 2013 e sitios por onde se nos vexa», explica el jefe de la policía carnotana, Jesús López Rama. «Con este nordés o lume baixa rápido polo monte e leva todo», concluye.

Uno de los objetivos de estas patrullas medioambientales es disuadir a posibles incendiarios, como explica el jefe del cuerpo de municipales de A Pobra, Antonio Millán Romero: «Coller aos incendiarios coas mans na masa é moi complicado porque o lume préndese en segundos, pero se os pirómanos ven que hai presenza policial é máis difícil que se atrevan a plantar lume».

Menos destructivo

Otra cuestión importante es que, con más vigilancia, es posible atajar las llamas en los momentos iniciales del incendio, lo que facilita las tareas de extinción y contribuye a reducir los efectos destructivos del fuego.

«Con este vento estamos facendo moita vixilancia porque isto é un polvorín», apuntaba uno de los agentes pobrenses. A Corna o la zona de A Portela son dos de los puntos en los que la reiteración de los incendios hace que tanto la policía como Protección Civil y las propias cuadrillas del distrito forestal refuercen la vigilancia. En Boiro, el monte Iroite y Mosquete son dos de los lugares a los que cada año deben acudir los equipos de extinción de forma recurrente.

En cada concello se organizan las patrullas de forma distinta, pero lo habitual es que el recorrido por los montes se realice en las últimas horas de la tarde, por una razón: «É cando se prende o lume. Hai zonas ás que é imposible acceder por terra, e pola noite os medios aéreos de extinción non poden traballar».

También la Policía Local de Rianxo desempeña esta función de vigilancia desde que, en el 2006, las llamas devorasen buena parte de la superficie forestal del municipio.

Detenido en Noia

La falta de recursos suficientes impide a la Policía Local de Noia realizar tareas preventivas en los montes, pero este fin de semana su labor fue fundamental para detener a un presunto incendiario. Los hechos se produjeron en torno a la una de la madrugada del domingo, cuando vecinos de la zona de Piñeiriño y Toxeira se percataron de la presencia de un hombre y acto seguido vieron como empezaba a arder el monte. Lograron sofocar las llamas rápidamente y dieron aviso a los municipales, junto a los que emprendieron la búsqueda del supuesto pirómano y lo vieron prendiendo fuego en un matorral, por lo que fue detenido y puesto a disposición judicial.

Medio Rural investiga si el incendio de Carnota fue intencionado o se debió a un chispazo

Más de 70 hectáreas de terreno arrasadas -de las que siete son arbolado y el resto monte raso- es el balance del incendio que el domingo por la mañana se declaró en la parroquia de O Pindo de Carnota, y ayer por la tarde aún no se había dado por extinguido definitivamente por parte de la Consellería de Medio Rural. Por este motivo, aunque ya se ha abierto una investigación para intentar averiguar el origen de las llamas, todavía no se ha llegado a una conclusión. Varios vecinos apuntaron que hubo varios focos simultáneas, mientras que otros aseguraban que el fuego se inició por un chispazo en el tendido eléctrico.

El alcalde de Carnota, Juan Manuel Saborido, afirmó que esta última posibilidad era una de las más fiables, puesto que el fuerte viento había provocado que varios cables del tendido se soltaran y, al golpearse, se produjeran chispas. Desde la compañía Naturgy no quisieron hacer ninguna valoración sobre este asunto, porque no se sabe la causa del fuego. Asimismo, apuntaron que, al igual que siempre, colaborarán con las autoridades.