Un superviviente que fundó Calzados Monchel

a. l. RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

CEDIDA

Fue un adelantado a su tiempo y creó importantes negocios

03 jun 2020 . Actualizado a las 09:45 h.

Ramón Santiago Pena no se amilanaba ante nada, y si tenía que ir todos los días desde Meixonfrío hasta Noia para estudiar, «o facía correndo en 15 minutos ou menos». Cuando con 16 años tuvo que buscar trabajo, no se lo pensó dos veces y se enroló en un mercante sin tener ni idea de barcos. «Escoitara a uns falando de motores e con iso xa lle serviu para que o colleran. Sempre dicía que, unha vez que zarparan, non o ían tirar pola borda», apunta uno de sus sobrinos, Javier Antelo.

Entre las muchas historias que contaba, siempre recordaba que en más de una ocasión estuvo cara a cara con la muerte, empezando por una vez que cayó del barco y tuvo que estar cuatro horas en el Pacífico sin moverse por miedo a que lo comiesen los tiburones, o cuando la explosión de un helicóptero en el puerto de Nueva Orleans hizo que sufriera quemaduras por medio cuerpo.

De vuelta a Noia, se casó con Consuelo Antelo, y fundaron Calzados Monchel, que llegó a tener dos locales con cinco empleadas y era conocido en toda la zona. «El vira en Estados Unidos que se facía moita publicidade dos negocios, e ía en coche repartindo folletos publicitarios co lema: ‘Como los guantes de piel, son los Calzados Monchel’». Su espíritu emprendedor nunca se frenó y le llevó a abrir la segunda bolera de Galicia, el Dandy Club, que se convirtió en un local de referencia.