Sergio Villaverde: «Ao estar nun ERTE dediqueime de cheo a axudar á xente»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

marcos creo

Su confinamiento ha consistido en llevar alimentos de Cáritas a personas necesitadas cuyo número, afirma, aumentó mucho

28 may 2020 . Actualizado a las 10:13 h.

Repartidor comercial en una empresa dedicada a la distribución de bebidas, el decreto de estado de alarma convirtió a Sergio Villaverde Alfonso en uno de los miles de barbanzanos afectados por una regulación temporal de empleo. Solidario por convicción, lleva 11 años colaborando con la Cruz Roja de Noia y la pandemia motivó que lo hiciera con mayor intensidad: «Ao estar nun ERTE dediqueime de cheo a axudar á xente».

Aumentou moito a cantidade de persoas que precisan alimentos»

Disponible para todo aquello que le fuera encomendado, uno de sus trabajos ha consistido en llevar comida de Cáritas a vecinos necesitados, así como productos de higiene. Reconoce que la pandemia ha tenido un gran impacto para un elevado número de ciudadanos: «Aumentou moito a cantidade de persoas que precisan alimentos. Hai que dicir que a colaboración dos veciños é moi boa. Fixéronse varias campañas solidarias para recadar fondos e a resposta por parte da cidadanía estivo á altura das circunstancias dunha situación coma esta».

Hai moita xente á que lle custa pedir axuda. Ten que ser moi duro»

Sin embargo, es consciente de que no todos a los que la pandemia ha dejado en una situación de vulnerabilidad se atreven a reconocerlo: «Hai moita xente á que lle custa pedir axuda. Ten que ser moi duro verse obrigado a pedir alimentos». Una de las cosas que subraya es «o agradecemento da xente».

Vales para bombonas de butano

No solo víveres ha entregado durante este tiempo Sergio Villaverde: «Tamén levamos vales para a compra de bombonas de butano, incluso elementos domésticos e ata unha cadeira de rodas».

En todo aquello en lo que era preciso echar una mano, vecinos, asociaciones o Administraciones han podido contar con la colaboración de Sergio Villaverde, así como con la de otros voluntarios de la Cruz Roja.

Anoteime nun curso de primeiros auxilios porque quería ter coñecementos para saber que facer en caso de emerxencia e quedei na entidade»

Han pasado ya 11 años desde que este noiés inició su colaboración con la entidad. Explica que todo comenzó con una actividad formativa: «Empecei no departamento de socorro, que había antes. Anoteime nun curso de primeiros auxilios porque quería ter coñecementos para saber que facer en caso de emerxencia e quedei na entidade».

Primero estuvo en el servicio de ambulancia y cuando dejó de realizarse esta prestación continuó con otras funciones.

Cuando está trabajando, Villaverde únicamente puede dedicarle a la Cruz Roja los fines de semana. La crisis sanitaria le obligó a quedarse en casa, pero lejos de eso decidió implicarse todavía más con la organización.

Lo cierto es que en casa de Sergio Villaverde la colaboración ciudadana es una forma de entender la vida. El noiés explica que su mujer, Silvia Lorenzo, también es voluntaria de la Cruz Roja y, además, tiene una implicación muy activa con la protectora de animales Arca.

También en esta crisis sanitaria, su esposa se ha implicado: «Coordinou un grupo de persoas para facer máscaras. Buscou xente e material. As que se fixeron foron entregadas ao hospital».

Precisamente, otro de los cometidos de Sergio Villaverde ha sido el de la distribución de mascarillas. Su colaboración con la Cruz Roja continuará manteniéndose de forma estrecha porque, explica, no retomará su actividad laboral a jornada completa.

Asegura que este va a ser un año difícil, pero está esperanzado: «Quero pensar que todo vai ir recuperándose. É unha crise a nivel mundial e haberá que buscar unha saída». Su contribución es formar parte del gran batallón de voluntarios con el que cuenta la comarca.