Una plaga afecta a los tilos del entorno de la Alameda noiesa y obligó a cortar un ejemplar

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez NOIA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

Un informe policial advertía del riesgo de que uno de los árboles se desplomase y se cortó el acceso peatonal por la zona

17 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La vigilancia que desde hace años se mantiene en Noia para evitar que uno de sus enclaves más emblemáticos, la Alameda, se vea afectado por el picudo rojo que se ha llevado por delante buena parte de las palmeras de la comarca no ha evitado que otras plagas hagan acto de presencia en su entorno. De hecho, los tilos que flanquean la Alameda y el Campo da Feira a lo largo de la calle Rosalía de Castro están afectados por un hongo.

También en estos árboles se han aplicado tratamientos y cuidados para tratar de recuperarlos, pero por el momento no han resultado demasiado efectivos. La plaga sigue presente en estos tilos y esta misma semana fue necesario talar uno de ellos ante el riesgo de que se desplomara.

Informe policial

La actuación se ejecutó a raíz de un informe elaborado por la Policía Local advirtiendo del peligro. De hecho, el martes se valló el tilo afectado y se cerró la zona al tránsito peatonal para prevenir posibles accidentes. Lo que hace el hongo que afecta a estos árboles es pudrir la madera, provocando su descomposición, de manera que se forman huecos en el interior de los troncos.

La restricción al paso de viandantes duró apenas unas horas, lo que se tardó en proceder a la retirada del árbol dañado. En cuanto a los demás, de momento, siguen en pie.

Mientras tanto, el Concello noiés continúa con su plan de protección de las palmeras de la Alameda, consideradas, junto con los magnolios centenarios de los jardines Felipe de Castro, un elemento importante del patrimonio del municipio. Tanto es así que, en el caso de estos últimos, en su día se creó un colectivo vecinal que reclamaba su protección, mientras que por parte de grupos políticos como el BNG se ha reclamado en diversas ocasiones un plan de conservación específico para las palmeras, más allá de la plaga del escarabajo rojo, al considerar que la propia actividad humana que se desarrolla a su alrededor es una potencial amenaza.

En cuanto al picudo, desde el año 2016 se aplica a las palmeras de la Alameda un tratamiento preventivo que, por el momento, está dando buenos resultados y que se hizo extensivo a las existentes junto al instituto Virxe do Mar y al pabellón municipal Agustín Mourís.

Síntomas iniciales

Con todo, pese a los cuidados, los ejemplares que hay en las inmediaciones del polideportivo dieron síntomas de la presencia del escarabajo hace unos meses, aunque la empresa que se encarga de la fumigación señala que evolucionan favorablemente y, por ahora, se ha conseguido salvarlos.

Estas palmeras reciben un tratamiento fitosanitario tres veces al año. Con ello se está consiguiendo evitar una plaga que se ha llevado por delante ejemplares de gran envergadura y varias décadas de antigüedad, algunos incluso centenarios, como los que hasta finales del 2018 presidían la finca de Rianxo en la que en tiempos de la Guerra Civil se creó un campo de concentración. También alguna de las palmeras de los jardines Valle-Inclán sucumbió al insecto.