Los trabajos de localización de las antiguas galerías mineras de A Baquiña ya está en marcha

Marta Gómez Regenjo
M. Gómez NOIA

NOIA

CEDIDA

Los vecinos fueron convocados a una reunión para informarles sobre la actuación

24 oct 2019 . Actualizado a las 21:06 h.

En agosto del 2018, a un galpón situado en una propiedad particular en A Barquiña se lo tragó la tierra, literalmente. El hundimiento del terreno se debió a la existencia en el subsuelo de la galería de una antigua mina, y derivó en una investigación que tendrá continuidad en las próximas semanas con los trabajos de localización de los rellenos y pasadizos abiertos para la actividad minera en el municipio noiés entre las décadas de los años 40 y 60 del siglo pasado. Estas actuaciones ya están en marcha y de ello se informó a los vecinos en una reunión.

En el encuentro participaron el alcalde de Noia, Santiago Freire, y los técnicos de la Cámara Oficial Mineira de Galicia y del Colexio de Xeólogos Diego López y Pablo Núñez. Ellos se encargaron de explicar en qué consistirán las tareas de investigación que se acometerán en la zona de A Barquiña para identificar y documentar los lugares en los que hubo actividad minera así como los rellenos realizados para cubrir pozos y galerías. El objetivo de la investigación, impulsada por el Concello de Noia y la Xunta, es disponer de datos suficientes para planificar futuras actuaciones.

Para la identificación de las zonas destinadas a la minería se utilizará un georradar con un alcance de 200 metros de profundidad que permitirá, sin necesidad de realizar perforaciones, crear un modeo en tres dimensiones que sitúe los rellenos y las galerías.

Asimismo, se informó a los vecinos de los datos recabados en las inspecciones realizadas en A Barquiña tras el hundimiento del galpón, que estaba situado sobre una zona de relleno, y se solicitó a los asistentes el permiso de exploración de sus terrenos, necesario para poder llevar a cabo la investigación.

En cuanto al galpón que se vino abajo, el Concello procedió a reparar y tapiar la zona hundida, siguiendo las indicaciones de la cámara minera y del colegio de geólogos.