Artesanía en piedra con el referente de piezas medievales

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

La firma de Noia Talleres Picón hace réplicas a pequeña escala de laudas gremiales. Sus gestores buscan opciones para todo tipo de trabajos

24 oct 2019 . Actualizado a las 13:17 h.

Frente al acero o el aluminio, hay quien todavía prefiere decantarse por la piedra para esos pequeños detalles que confieren personalidad a un hogar. La elección de este material nada tiene que ver con la edad, sino con los gustos, y para dar forma a las ideas está Talleres Picón, una pequeña empresa enclavada en el polígono industrial de Noia. Al frente están Lucía Mariño, en el área administrativa, y Óscar Ben, que junto a otros tres operarios trabaja la materia prima para convertirla en pasamanos, bancos, fogones o en piezas para cementerios.

Precisamente, una de las señas de identidad de la firma es la reproducción, a pequeña escala, de siete modelos de laudas gremiales, esas losas sepulcrales de la Edad Media que atesora Noia en el museo de Santa María a Nova y que han convertido a la localidad en un lugar de referencia para curiosos y estudiosos. En concreto, explica Lucía Mariño, realizan las correspondientes a los oficios de cantero, curtidor, zapatero, carnicero, sastre, marinero y carpintero. Se trata de piezas en piedra rústica de unos 20 centímetros de alto y unos 10 o 12 de ancho que suelen utilizarse para regalos institucionales, generalmente por parte del Concello: «Aínda que tamén fixemos unhas para un congreso de odontoloxía e, incluso, para particulares». Cada una lleva grabados los elementos distintivos, copiados de las originales, de los oficios a los que se refiere.

Un cambio para crecer

La historia de Lucía Mariño y Óscar Ben es la de unos emprendedores dispuestos a emprender la senda del crecimiento. Ambos comenzaron con un taller en Porto do Son que realizaba piezas de mármol. Llegó el momento de ampliar horizontes, pero ello era inviable en el municipio sonense: «Non ten chan industrial e non podíamos medrar. Por iso decidimos comprar esta empresa, Talleres Picón, que xa estaba en funcionamento no polígono de Noia e que os seus donos vendían».

Comenta Lucía Mariño que la realización de réplicas de las laudas la heredaron de la empresa original y decidieron mantenerla.

La firma ha ido incorporando nuevos aspectos porque, como ella misma afirma, «facemos todo tipo de traballos». Recientemente, por ejemplo, realizaron un escudo para un particular, aunque la representante de la compañía explica que «non é o habitual».

Dispuestos a darle a cada persona lo que reclama, Mariño explica: «Nós sempre buscamos o xeito de satisfacer as demandas dos clientes», poniendo de relieve que un taller pequeño también es capaz de todo, por sus propios medios o recurriendo a otros, de llegar a donde se proponga. Por eso, también ofrecen técnicas menos habituales como la de la fotocerámica, consistente en la impresión de una gran imagen sobre un azulejo o en una pieza de cerámica cocida.

Todas las edades

Desde que dieron el salto al polígono de Noia, Talleres Picón ha sabido mantenerse y, aunque el consumo se ha ralentizado un poco, los clientes continúan acudiendo a sus instalaciones. El mármol, origen de su actividad, sigue estando en su cartera de trabajos. Cuando se le pregunta a Lucía Mariño si son las personas de mayor edad las que suelen decantarse por el empleo de materiales como la piedra, responde que «vai por épocas, pero temos moita diversidade».