La actividad extractiva arrancó en Noia con abundancia de berberecho

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

La escasez de almeja fina provocó que la poca que se subastó en la rula llegase a superar los 74 euros el kilogramo

17 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El bullicio regresó a las lonjas de Testal y O Freixo. Después de seis meses, los productores volvieron a pisar las rulas y en la mayoría de sus rostros se podía apreciar que la primera jornada fue bastante bien. Todos eran unánimes: «Hai moito berberecho». Eso sí, reconocían que de primera había poco, pero de segunda y tercera no tenían problema para coger los topes establecidos por los responsables de la entidad. El inicio fue prometedor y el colectivo tiene puestas muchas esperanzas en la campaña porque se detectó bivalvo en cantidad suficiente.

En cuanto a los precios, cabe destacar que el berberecho superó los 16 euros el kilogramo. Por su parte, todos echaban de menos más almeja fina pues la más cara llegó a los 74 euros. Eso sí, fue muy poca la que se vio.

Una de las notas más destacadas fue, sin lugar a dudas, la premura en hacerse con los topes establecidos. El colectivo de a flote fue el primero en iniciar la actividad y la mayoría ya estaba en tierra antes del mediodía. Los cupos de treinta kilos, los dos primeros tripulantes, y diez el resto, no fueron un problema para la mayoría. Y es que, en menos de media hora, «xa tiñamos a bordo o tope», explicaba un curtido mariscador acompañado de un sobrino, nada más pisar el muelle de Testal.

Un incipiente goteo de barcos atracaban cargados de capachos del preciado bivalvo. Era la primera cosecha de la temporada y todos regresaban encantados pues, aunque no era el más grande, «non temos queixa».

Las máquinas clasificadoras de la lonja noiesa no daban abasto. Desde primeras horas, la actividad era incesante. Cientos de capachos pasaban por el pesaje automático y los productores de a flote terminaban una jornada de poco más de dos horas para regresar a casa.

Algo más duro

Decenas de trabajadores de la cofradía estaban atentos para que todo estuviese en perfecto estado. Las últimas en llegar a Testal fueron las mariscadoras de a pie que estuvieron extrayendo bivalvo en el banco natural de A Misela. Tenían veinte kilos de berberecho por persona y tres de almeja. El trabajo ya no fue tan fácil. Entre hora y media y dos horas tuvieron que estar en el agua para hacerse con el primer botín de la temporada. Poco después de la una de la tarde llegaba el tractor al recinto de subastas con las capturas de la mañana.

Las primeras en llegar expresaban su alegría porque «temos marisco, e iso xa é bo. Hai moito berberecho nas nosas concesións; aínda que non é moi grande, non nos podemos queixar». Sin embargo, ya no son tan optimistas con la presencia de almeja en los arenales. En algunas zonas, la japónica ni se vio y en otras se echaba de menos la babosa. El colectivo volverá esta mañana al trabajo, pero lo hará una hora más tarde. De 11.30 a 14.00 horas y también en la zona de A Misela.

El patrón mayor, Santiago Cruz, comentó que el marisco extraído ayer era de muy buena calidad. Indicó que la semana pasada se envió una muestra a las conserveras y están muy interesadas en hacerse con el bivalvo.