Un viaje en el tiempo con la Feira Medieval

laura veiga / A. G. RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

CARMELA QUEIJEIRO

El Concello de Noia afirma que la cita va por el buen camino para llegar a los 60.000 visitantes previstos

14 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos días llevan ya las calles de Noia vestidas con estandartes de colores y oliendo a comida recién hecha en todos sus rincones. La gente recorre los numerosos puestos ataviada con trajes de época: tanto vecinos como visitantes se transforman, junto con la villa, para vivir a tope la Feira Medieval.

Animaciones teatrales y pasacalles con música acompañan, ya sea durante la mañana o durante la tarde, paseando por los diferentes puestos de la cita. En la calle de O Curro se establecen los 28 puntos de venta de comida, en los que se pueden encontrar desde chocolates artesanos y dulces medievales hasta kebab y churrasco, pasando por sidras y licores tradicionales. Porta da Vila, por su parte acoge, a los más pequeños con un ajedrez gigante y otros juegos populares. Allí está el llamado desafío medieval, donde deben esquivar mazos y cuchillas de cartón piedra.

Otro de los puntos de interés en esta gran feria es la calle Escultor Ferreiro, el emplazamiento habitual de los artesanos. Aurélie Soisnard, una francesa encargada de un taller de lana, viene desde Madrid por cuarto año para participar en este regreso al pasado: «Enseño a la gente cómo es el proceso para el tejido de la lana, desde que la recoges para teñirla con tintes naturales hasta el momento de trenzarla».

El vestuario

Una de las cosas casi imprescindibles para vivir esta cita es la indumentaria, acorde con el ambiente de la localidad. Por ello, siempre hay personas, como Belén Trillo y Rosa Castro, noiesas de toda la vida, que cosen sus propias vestimentas a mano: «Todos los años preparamos la ropa con una o dos semanas de antelación. Intentamos hacerlo con previsión porque los bordados llevan tiempo, y al final siempre hay alguien de la familia que quiere que le hagamos alguno».

Además de las animaciones musicales, las calles de Noia acogen exhibiciones de cetrería, bufones con malabares y desfiles de caballeros medievales. Desde el Concello indicaban ayer que la afluencia de gente va por buen camino para alcanzar los 60.000 visitantes previstos por el edil de Cultura, José Pérez.