Un hombre enganchado en las redes del voleibol

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA / LA VOZ

NOIA

MARCOS CREO

Ángel Luna es el responsable nacional del comité de auditoría y control de la federación española

26 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El voleibol se convirtió en un deporte importante en la comarca barbanzana hace unos años, principalmente en Noia, Rianxo y Boiro. En la villa noiesa, el auge de esta disciplina deportiva coincidió con la llegada al municipio de un técnico de deportes del Concello, José Liboreiro. Poco a poco lo fue introduciendo y agrupando a su alrededor a numerosos chiquillos que veían como se podía jugar a la pelota golpeándola con las manos. Entre esos jóvenes estaba Ángel Luna Bargo (Noia, 1971), un amante de los deportes que cayó en la tentación de probar una modalidad que ya no pudo abandonar.

Ángel Luna practicó diversas disciplinas. Fútbol, taekuondo e incluso jugó en un equipo de la zona en Tercera Regional. Sin embargo, la irrupción del vóley fue algo especial. Se dedicó en cuerpo y alma: «Fun un dos fundadores do club Noia, ademais de xogador, adestrador, árbitro, directivo e ata presidente, fixen de todo». Estuvo en el equipo desde 1989, fecha en la que se creó, hasta el 2005, cuando lo dejó.

Tras un paréntesis de un año, un grupo de amigos lo animaron para que se presentara a la presidencia de la Federación Galega de Voleibol, puesto que aún sigue ocupando.

Miembro de la española

Su trabajo en la federación no pasó desapercibido y desde hace unos años es también miembro de la junta directiva de la española, en la que forma parte de la comisión ejecutiva y presidente del comité de auditoría y control. Además, es miembro del consejo de administración del centro internacional de vóley playa de Lorca, un ente que depende de la federación española.

Con tantos cargos y compromisos, Luna apenas tiene tiempo para su familia y su empresa de consultoría de informática. Además, es secretario de la Fundación Romero Blanco-Monroy de Noia, entidad que gestiona la residencia de la tercera edad.

Reconoce que es duro compaginar todas las actividades y su empresa pero «non queda outra. Durmir pouco, traballar de noite, fins de semana fóra da casa e centos e centos de quilómetros á semana, ou algún que outro viaxe a Madrid todos os meses». Pero el vóley «engancha e asumes os retos e queres sacalos adiante. É moi gratificante cando ves os resultados».

Pero lo que más le duele de todo es que apenas tiene tiempo para la familia y más ahora: «Teño dous xemelgos de pouco máis de dous anos e a verdade é que intento estar todo o que podo con eles».

Los fines de semana son mucho más estresantes y complicados, sobre todo cuando hay competiciones: «Tes que ir a reunións, competicións ou presentacións. Percorres toda Galicia e iso é o máis duro, as viaxes».

Este deporte «é unha parte moi importante da miña vida e ademais ten moito percorrido. Hai campo para facer aínda moitas cousas novas. Eu xoguei para gozar e pasalo ben e quero que os máis novos tamén o fagan».

Aumentar los practicantes

Ángel Luna ve con mucho optimismo el futuro de esta especialidad deportiva, pues tanto en la federación gallega como española «temos proxectos interesantes. O meu gran reto neste mandato é aumentar os practicantes e os equipos galegos. Quero duplicar o número de licencias. Hoxe temos aquí 6.000, pero creo que é posible dobrar esta cifra».

Está convencido de que vale la pena tanto esfuerzo: «Vense os resultados. Dou por ben empregado o meu tempo se consigo que o rapaces xoguen e se divirtan e todo isto faise por amor ao deporte. Nesta disciplina estamos os que nos gusta e amamos esta modalidade».

Luna también hace un repaso al voleibol de la comarca. Reconoce que en Noia y Rianxo atraviesa horas bajas: «É normal. A xente vai deixando, pero aínda hai afección e volverá a rexistrar un ascenso de novo».

La excepción es Boiro. Sobre este club comenta que lo está haciendo muy bien: «Ten unha estrutura moi ben montada e pensada como un equipo profesional. É un referente en Galicia e aí están os numerosos títulos que teñen, incluso a nivel nacional. Están no bo camiño».

La pasión es la que mueve a este noiés para seguir enganchado a un deporte que poco a poco está ganando adeptos y que en la comarca es sobradamente conocido.

ALTRUISTA

2006. Fue el año en el que dio el salto a la federación gallega, en la que puso en marcha diferentes proyectos con la finalidad de impulsar este deporte.

Objetivos. Para este mandato que acaba de empezar, pretende doblar el número de licencias en Galicia y llegar con esta disciplina a más jóvenes.