La lluvia entra en escena en Noia el Campeonato Gallego de ralis

NOIA

Marcos Míguez

El rali de Noia arranca el viernes bajo predicción de precipitaciones intensas y los pilotos advierten de la dificultad de competir sin adherencia

05 abr 2019 . Actualizado a las 19:46 h.

Desde el viernes, todos mirando a Noia. Algunos, elevando la frente orientando su atención hacia el cielo, con el paraguas a mano. Otros, antes de coger el volante, bajando el mentón y analizando el estado del asfalto. La lluvia también participa en esta edición del rali noiés, segunda prueba del Campeonato Gallego. Su presencia condiciona de tal manera la conducción que podría incluso influir en la clasificación final.

Para Alberto Meira, buen conocedor de los neumáticos Pirelli (que abastecen a las copas de promoción del autonómico) y candidato al triunfo, «en unas condiciones tan adversas y, teniendo en cuenta que el asfalto en Noia ya se caracteriza por ser deslizante, todos ajustarán los reglajes, pondrán barras estabilizadoras más delgadas...». «Pirelli tiene unos neumáticos específicos para lluvia, mucho más blandos, con más adherencia y con canales longitudinales y laterales en la banda de rodadura para evacuar más agua. En llanta 15, el N3, los que suelen calzar los coches de las copas de promoción, que ya veremos cómo los chavales van a hacer unos tiempazos si llueve. Y en llanta 16 y 18 (las de coches punteros, las del Mundial) el compuesto RW es el neumático estrella de la marca», describe.

Meira cree que «debido a que los neumáticos de lluvia aguantan varios ralis, la escasez de presupuesto, salvo que sea extrema, no condiciona en este aspecto». «La lluvia es peligrosa para todos, el asfalto viejo, el que brilla mucho, patina más. Hay que frenar antes y que trabaje la suspensión y el neumático porque hay menos grip (agarre)», analiza. «Nosotros aún estamos conociendo el coche nuevo y apenas hemos rodado sobre mojado», advierte.

Iago Caamaño, por su parte, asegura que, cuando llueve se siente «como pez en el agua; tengo buen feeling con la lluvia». «Se complica mucho la conducción, porque parece que tienes buen grip y al final puede que hasta que acabes saliendo de la pista». «Claro que, influye más si sales a atacar. Aunque puedes también esperar a pescar en río revuelto...», analiza. «Las notas tomadas en seco son perfectamente válidas porque anotas el grado y longitud de la curva, distancias entre referencias...», añade. «Hay que tomar las curvas más amplias, ir más por fuera, que es donde menos agua se acumula», matiza.

En cuanto a la preparación del coche, explica que «hay que ablandar las amortiguaciones, establecer un mapa motor más dulce, para que el motor no vaya tan agresivo. La adherencia dependerá mucho también de que aciertes en la elección del compuesto».

En el caso del rali de Noia, Caamaño hace hincapié en el tramo de Outes. «Es una carretera muy amplia, muy transitada y, por tanto, muy sucia de manchas de aceite debido al tráfico diario. Además, el aglomerado está más gastado y patina mucho. Para colmo, los dos carriles ofrecen una falsa sensación de confianza», desgrana. «Y en Montemuíño, la primera parte del tramo es muy buena, con un asfalto muy abrasivo que agarra mucho, pero la segunda es una bajada rota, lenta, gastada y peligrosa», concluye.

Jorge Cagiao, ganador del Volante FGA y la beca PXP19, ha experimentado las estrecheces presupuestarias, pero reconoce que «en agua se gastan menos ruedas. Con cuatro blandas haces el rali, ya que son tramos cortos. Incluso este año, con un coche más potente y 4x4». Cree que «es mejor que llueva mucho, porque, en realidad, lo que afecta es el barro y así se limpia más. Si llueve solo por momentos, es peor. Incluso en las rectas, donde se estira el barro».

«El primer tramo será el más complicado, porque además es el más estrecho y van a afectar las hojas de los árboles, sobre todo, de los eucaliptos. Hay más suciedades porque hay más ceñidas. Ya patina la carretera en seco, cuánto más, lloviendo. Y el de Montemuíño tendrá bastante barro», analiza.

Un total de 152 pilotos

Si no hay bajas de última hora, un total de 152 pilotos arrancarán el viernes por la tarde, a partir de las 20.00 horas, con su camino en la trigésimo quinta edición del Rali de Noia. Lo harán en el tramo llamado Transporte El Jaime, recorrido urbano que los participantes conocerán esta misma mañana. Al igual que el pasado año, transitará por las céntricas zonas de Labarta y Barro.

A partir de las 16.00 se cerrará este trayecto al tráfico rodado, por lo que los pilotos podrán hacer una prueba de reconocimiento antes de exprimir sus vehículos para comenzar a arañar segundos al cronómetro. Las previsiones de lluvia durante las jornada del viernes y del sábado amenazan con deslucir una prueba que suele congregar a unas 35.000 personas. «Para nós así é máis cómodo porque é máis sinxelo de controlar, pero despois de tantos meses traballando o que queremos é que veña o maior número de xente posible», reconoció el presidente de la Escudería Berberecho, Javier Rodríguez, que deseó la mayor de las suertes a los pilotos y que pidió precaución a los asistentes que quieran vibrar con el rugir de los motores.

HORARIOS

VIERNES

Transportes El Jaime (Noia) 20.00

SÁBADO

Pavimentos Noia (Culou) 7.55

Senra Sport (Mazaricos) 8.45

Pavimentos Noia (Culou) 11.10

Senra Sport (Mazaricos) 12.00

A Xoca (Outes) 16.20

Ventanas Xagal (Montemuíño) 17.15

A Xoca (Outes) 19.20

Ventanas Xagal (Montemuíño) 20.05