El París-Dakar llenó Noia de diversión, humor y gente

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco RIBEIRA

NOIA

Paseo real, un grupo con trajes de época y carrozas, se llevó el premio gordo, un cheque por importe de 2.000 euros

09 mar 2019 . Actualizado a las 13:17 h.

De nuevo, el Rally París-Dakar puso el broche de oro al carnaval de Noia. El desfile, que alcanzó su edición número 35, llenó las calles de la villa de diversión, humor y, sobre todo gente. A las más de mil personas que participaron en la comitiva hay que sumar los cientos de espectadores que se situaron en diversos puntos del recorrido, fundamentalmente en la alameda, que volvió a ser el punto de máxima aglomeración de gente. El tiempo se portó y contribuyó a redondear la noche, ya que las nubes, que llevaban toda la tarde amenazando, no llegaron a descargar su furia y se limitaron a regar las calles, en momentos aislados, con una lluvia fina.

El jurado lo tuvo muy complicado para darle forma a la relación de galardonados, que se repartieron nada menos que 8.000 euros. El premio gordo, reservado para el mejor grupo, se fue para el Paseo real, una comitiva caracterizada por sus glamurosos trajes de época y sus carrozas. Hubo desde el público quien pidió este máximo galardón para Entre plásticos, un colectivo integrado por diversas especies marineras, entre las que había peces, una estrella y un pulpo, todas realizadas con plásticos; pero el jurado decidió concederle la quinta posición, por detrás de País tropical, Día de muertos en México y Wacanda na rúa.

En la otra categoría más importante del París-Dakar, la de comparsas, el máximo galardón fue para Fantasía primavera, con atuendos en los que destacaban los colores del arco iris; mientras que Os vikingos da reciclaxe y O invasor indegradable se llevaron los premios en las secciones de parejas e individual.

El jurado concedió el premio especial simpatía a Fariña, un grupo que desfilaba acompañado por una planeadora, al estilo de la popular serie televisiva producida por Bambú. Fue uno de los conjuntos que logró arrancar más aplausos y carcajadas del público, pues se paraba cada pocos metros para hacer las oportunas descargas y repartir el material entre los presentes.